Carta de presidencia 66
En Mallorca arrancamos nuestra andadura con ilusión y responsabilidad como nueva Junta Directiva. Responsabilidad que nos tomamos en especial en dos asuntos: primero impulsar un reglamento interno que nos dé cabida a todos los profesionales del psicodrama, nos regule y nos de un marco de convivencia ágil. Y segundo, por el momento especial en el que está la psicoterapia y la intervención con personas, es de vital importancia estar unidos y visibilizados en todos los ámbitos.
Desde mi perspectiva, en unos años, no muy lejanos, se va a regular la profesión de psicoterapia y aunque el psicodrama es mucho más, y puede ser utilizado en otros ámbitos: educativo, social, comunitario, investigación… pero su actividad principal es la psicoterapia. Pretendemos estar atentos, estar listos, participar en esa regulación. Desde distintos ambientes: desde las federaciones, las instituciones internacionales, las universidades, los colegios, y las escuelas. Todas ellas responsables de dar una imagen fiel de nuestra profesión, facilitar su difusión y promover una formación completa, de calidad y ética.
Para estos objetivos tan ambiciosos necesitamos la voz de todos los socios. La AEP tiene unas características que nos hacen especiales y grandes: somos la asociación más numerosa de la FEAP y una de las pocas que está formada por muchas escuelas.
Tengo cada vez más claro un sentimiento de orgullo con respecto al psicodrama. Lo que voy leyendo sobre descubrimientos en neurociencia, el valor central que cada vez más profesionales le dan a la creatividad, el hecho social de que los grupos son el futuro de la escuela, de la salud, de la empresa… la sensación de que por todos lados nos copian, incluso corrientes de tercera generación, muy académicas… me hace pensar para mis adentros “si esto lo descubrió Moreno”, “si esto ya me lo explicaron mis maestros hace mucho”…
El futuro es de la acción.
Me siento muy honrada de presidir esta asociación en sus 35 años de su fundación y espero trabajar con toda la Junta directiva estos dos años para que el psicodrama se vaya acercando al lugar que le corresponde dentro de la psicoterapia y la intervención en España.