La escena en teatro espontáneo se diferencia de la escena psicodramática y de la escena teatral. Como todo lo que se instala en un territorio «entre», tiene aspectos comunes a las dos pero, a la vez, condensa características propias. En teatro espontáneo, la escena es algo a lo que se llega en una travesía colectiva. La travesía es de exploración de los límites entre el texto y la escena.
Alguien recuerda un momento que quiere volver a ver. El recuerdo anida como imagen. Esa escena es puesta en palabras al narrarla, es recortada al traducirla al lenguaje verbal. Esta historia escuchada por todos es focalizada para encontrar los núcleos de teatralidad que den cuenta de las escenas que dieron origen al relato. En la exploración de la narración nos extendemos, en la propuesta de la escena recortamos, para luego poder desplegar.
Cuanta más síntesis logramos en la escena, mayor multiplicación de sentidos en la audiencia, de donde surgirán nuevos relatos.

“Si la terapia se amplía al punto de integrarse al campo del arte, a través del teatro espontáneo, éste se amplía, en el caso de María Elena, para incluir la literatura. Porque los textos aquí reunidos son hijos de la misma pasión, productos del mismo acto de amor. Preñez de futuro, como dice Italo Calvino. ”
Moysés Aguiar