Tipo de publicación:
El Psicodrama: Aportes a una teoría de roles
El Psicodrama: Aportes a una teoría de roles
Libro
Autores:
Menegazzo, Carlos María – Zuretti, Mónica
Origen:
Editorial docencia, Buenos aires, p.99 (1982) (1982)
ISBN
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Palabras clave:
RESUMEN:
PRESENTACION
Cuando PROYECTO CINAE me encomendó la tarea de coordinar ¡a publicación de una serie de libros relacionados con mi especialidad, en el marco de un espacio programado con ideas de intercambio científico y apertura, me di cuenta inmediatamente de que esto era un desafío.
Encarar una nueva colección como la que se presenta hoy en este sello bajo el nombre de ENCUENTRO y planearla con tales características, si tenemos en cuenta los vientos que corren en el quehacer editorial de nuestro medio, me parece por lo menos una decisión que denota gran amor al riesgo.
Dedicarse a la publicación de trabajos que sólo pueden apuntar a un campo bastante reducido de lectores, por su carácter de alta especificidad, es producir un hecho editorial impregnado con todas las cualidades del entusiasmo, la esperanza y algo así como el arrojo romántico.
Lo cierto es que, gracias a todo esto, los interesados en el psicodrama contaremos con un espacio que poco a poco, espero, nos llegará a ser familiar y en el que podremos encontrarnos además con otros especialistas también preocupados en el esfuerzo científico de superar ciertas dicotomías que desde antaño nos han sido legadas.
Únicamente mediante el trabajo riguroso y el diálogo interdisciplinario abierto se logran intercambios enriquecedores.
Las profundas confrontaciones entre los diferentes modelos que resulten de las búsquedas efectuadas en la intimidad específica de cada disciplina, permitirán estrechar cada vez más la brecha que todavía subsiste entre las ciencias naturales y las del hombre.
La estrecha interrelación y los resultados que se están obteniendo a partir de ella, en el panorama científico, entre la teoría de los sistemas de control, la biología, la etología, la psicología comparada, la psiquiatría y las ciencias de la educación, por ejemplo, demuestran daros derroteros en este sentido.
La idea de encuentro con el que se distingue esta colección siempre fue muy cara a los psicodramatistas. Con este primer libro queremos comenzar a producirlo.
Intentaremos, como diría Antonio Machado, «separar los ecos de las voces», para dar cabida en ENCUENTRO a algunos temas específicos de nuestro campo que, según nuestro parecer, pueden enriquecernos.
Abrimos este libro, con el trabajo que Jorge Saurí elaboró a partir de un seminario ��»que di mismo dictara por primera vez en 1979��», para los alumnos regulares del Instituto de Psicodrama Buenos Aires.
En la parte introductoria de su trabajo, el autor ubica al psicodrama en el contexto histórico y en el panorama de las ideas psiquiátricas, filosóficas y sociales configuradoras de las grandes líneas de pensamiento que han influido, sin lugar a dudas, en la aparición del método moreniano.
Mediante esta descripción, perfila con gran poder de síntesis los núcleos fundamentales de la visión antropológica de Moreno y subraya además los conceptos básicos de la original propuesta terapéutica que nos legó el padre del psicodrama.
Le alcanzan a Saurí unas pocas pinceladas para dejar entrever toda la profundidad de determinadas raíces conceptuales propias de ese método y poner así en crisis al habitual prejuicio recurrente que, incluso en nuestro medio especializado, se ha vuelto ya un lugar común: ¿La sustentación teórica de la obra de Moreno es en verdad tan escasa como generalmente se ha tendido a considerarla?
Inmediatamente encara su trabajo centrando su objetivo, en primer lugar, en la sesión psicodramática misma. Con un rigor propio del ensayo fenomenológico describe, ante todo, su estructuración como figura de comunicación, para reparar luego acabadamente en cada uno de los elementos que la conforman.
La gesticulación la mímesis, el discurso y la .catarsis son estudiados por Saurí con gran maestría, lo cual a mi entender aporta valiosas vetas de investigación al campo teórico del psicodrama.
El segundo trabajo, de mi autoría, que contiene este libro, se propone presentar un modelo de enseñanza del método psicodramático que tenga en cuenta con igual cuidado los aspectos conceptuales y los vivenciales, du¬rante el proceso de formación.
Puntualizo en él cuáles son los objetivos, expresados en términos de conductas, que deben lograrse*en los psicodramatistas y describo de qué manera puede planearse el-proceso’de aprendizaje teniendo en cuenta esos fines.
Si se toman todos los recaudos necesarios en los diferentes aspectos pedagógicos que presentan la formación y la coordinación de los grupos de psicodrama didáctico, sus integrantes podrán obtener los climas de confiabilidad esenciales para poder lanzarse con espontaneidad y creatividad a la interacción, el aprendizaje y la producción adecuados.
De este modo es más fácil construir la búsqueda de la propia identidad profesional y lograr un estilo personal en la tarea de dirección; así como descubrir en uno mismo la disposición a la necesaria apertura, fundamental para la constante búsqueda de la estructura teórica que todo psicodramatista debe poseer, para que ella funcione como sustento del propio que hacer operativo, pero que sin embargo debe ser cuestionada y trasformada, desarrollándose y enriqueciéndose permanentemente.
Para el tercer capítulo de este libro he escogido un trabajo de Mónica Zuretti. Esta autora posee una estricta formación psicodramática efectuada junto a J.L. Moreno y a Zerka Morena, pero al mismo tiempo se ha formado en psicoanálisis en la Asociación Psicoanalítica Argentina.
Uno de los valores de su trabajo, según mi criterio, es su rigurosa ubicación epistemológica, la cual le permite, continuar, desde la óptica del método moreniano mismo, una línea de búsqueda que en psicodrama ha quedado, como tantas otras, abierta para la investigación.
Este trabajo sobre el átomo social perceptual, que la autora señala como verdadero campo operativo del psicodrama, me parece un valiosísimo aporte al campo teórico y al de la práctica psicoterapeuta, como lo demuestra claramente con el caso clínico que utiliza a manera de ilustración.
El orden secuencial que Mónica Zuretti ha sistematizado con respecto a los pasos o series de escenas y las acciones que deben efectuarse en el psicodrama moreniano, para la búsqueda de un rol en conflicto (secuencia que en nuestra escuela hemos denominado programa de una sesión psicodramática) me parece de una prolijidad meridiana.
Considero que este modelo de sistematización es de gran valor para optimizar el trabajo psicodramático de dirección.
El cuarto capítulo se ha elegido para introducir una brisa diferente y necesaria en este libro.
Elena de Bustos, además de ser la valiosísima compañera y, como diría C.G. Jung, uno de los aspectos del ánima de un gran psicodramatista amigo,es también desde hace muchos años en nuestro medio, por méritos propios, una reconocida especialista en psicodrama aplicado a la educación.
Este trabajo suyo nos introduce precisamente en esa veta de especialización, en la que Moreno siempre insistiera tanto a fin de que se continuara el camino que él había señalado.
Aquí la autora nos demuestra nuevamente las posibilidades y riquezas que abre y promueve el método cuando se aplica al campo de la educación.
Por último, he decidido cerrar esta primera publicación con un trabajo de J.P. Severino, gran amigo al que me siento particularmente unido desde hace varios años. Hemos compartido muchas líneas de búsqueda teórica en psicodrama y cierto peculiar sincronismo en algunas cosas que nos ocurren a los dos, a pesar del ancho del Plata, ese río que a veces nos separa en cuanto al espacio, pero por otra parte siempre nos une significativamente.
Me he tomado el atrevimiento de sugerir a Severino la posibilidad de fusionar aquí dos ensayos suyos. Ellos son sumamente representativos de la reciente veta de investigación que nos presentó en sus últimos viajes a Buenos Aires.
El primer capítulo surge de una clase teórica que el autor dictara en uno de los talleres organizados por el Instituto de Psicodrama Buenos Aires, en 1979, para el plan de educación continuada.
El segundo capítulo es un trabajo que presentó en las Jornadas de Psicodrama 1980, cuando tuvimos el honor de contarlo entre nuestros invitados especiales.
En estas dos ocasiones, la nueva veta de sus búsquedas me ha parecido sumamente atrayente. Por ese motivo quiero compartirla con los lectores, para que sirva de cierre a las presentes páginas, pero al mismo tiempo para que nos induzca a nuevas aperturas. Espero que, junto con los otros trabajos aquí presentados, estimule en nosotros muchas reflexiones.
Esto multiplicará, sin lugar a dudas, las inquietudes hacia nuevas búsquedas.
Carlos M. Menegazzo