13 CONGRESO IBEROAMERICANO DE PSICODRAMA. Mosaico de experiencias
El grupo de Españoles que participamos en el 13 Congreso Iberoamericano de Psicodrama,decidimos recoger nuestra experiencia sobre el mismo, sin pararnos a detallar tallereso a personas que mostraron su trabajo, en un intento de hacerlo desde la emoción y lano diferenciación, y, sobretodo porque sería extensísimo dado que muchos fueron lostrabajos interesantes y estimulantes. Quizás tengamos otro espacio para poder hacerlo. Osadjuntamos el Programa y aquí están algunas de las impresiones de los que estuvimos allí yos adjuntamos. No estamos todos pero valga una muestra.
Natacha Navarro
Al ser Delegada del FIP en representación de la AEP, llevo 4 años vinculada a un chat en el que en particular y desde el año pasado, hemos estado mucho más activos. La pandemia ha conseguido eso en particular, estar conectados. Conozco pues todos los momentos en los que se ha pasado de una normal actividad presencial a la toma de decisión de un Congreso On line. Ha sido pues la primera vez, esta 13 edición en la que se ha utilizado esta opción. Y frente a todos los miedos ha resultado muy bien organizado y eficaz. Del Miedo a la Esperanza.
Antes del Congreso los organizadores ya contactaron con frecuencia con cada uno de los expositores y talleristas de forma personalizada. Llegamos a tener un simulacro 15 dias antes para poner todo a punto y, sinceramente, no tengo más que elogios para ellos, Los problemas de conexiones en general han sido debido a los contratos locales y personales. Y su ayuda y disposición ha sido imposible de mejorar. Hemos tenido un programa personalizado con el taller o comunicación escogida y su correspondiente zoom tan solo en un click.
El despliegue en redes, Facebook, instagram, videos, web….Ha sido una lección de la que tomar nota. No puedo dejar de felicitar a Carmen de los Santos y a su equipo por esta hazaña. Yo le llamaría pues un CONGRESO desde la incertidumbre y con una cara amable y educada permanente, que nos ha llevado a la certidumbre de que somos de verdad un colectivo.
Aun hoy estamos recibiendo información que ocurrió en nuestra sesión y que quedó en los chats.
Me sorprendió la agilidad y creatividad que demostraron compañeros y desconocidos con la herramienta on line. Ver desplegar una y otra vez nuestras apreciadas técnicas psicodramáticas a través de la pantalla y sentir qué cerca tenías a los participantes fue nutricio en este tiempo duro de relaciones nuevas y grupos nuevos. No me sorprendió tanto, porque conozco, la entrega de los asistentes y sus ganas de crear un grupo una y otra vez, acogedor y significativo. Por lo tanto, desde mis intervenciones dar las GRACIAS y también desde mi asistencia y participación.
Los que veníamos desde España, aterrizamos en una Sala que nos permitió vernos y generar nuestro propio chat para compartir y ayudarnos con la tecnología. Sabíamos donde estaba cada uno en cada momento y podíamos intercambiar si es que coincidíamos. Parece toda una aventura milenial. Cada día participamos más en este chat que se creó solo para no sentirnos solos. Aun no lo hemos podido cerrar.
Qué decir más, seria ir yendo uno por uno y devolverle desde el enfriamiento y el reposo aquellas chispas que me calentaron o que me inspiraron.
Hace tiempo que apuesto por este encuentro, IBERO DE PSICODRAMA, y en estos días de Mayo solo he hecho que reafirmarme. Deseo que los compañeros de la AEP y Psicodramatistas que hablen Español y Portugués se animen a participar cada vez más.
GRACIAS pues por todo.
Natacha
Isabel Calvo. Delegada AEP en el FIP
La primera vez que fui a un congreso iberoamericano no esperaba nada especial. Creía que iba a ser un congreso más de psicodrama. Fue en Portugal hace 6 años. Pero la experiencia fue tan estimulante y enriquecedora que decidió apuntarme a todos. Dos años después estuve en Costa Rica y este año ha sido en Montevideo, Uruguay.
Lo fascinante para mí de estos congresos IB es la energía que circula, la diversidad de acentos, de miradas, de formas de estar y de hacer psicodrama. Toda la pluralidad de grupos humanos genera una fuerza ascendente de creatividad que potencia, en vez de restar en caos. Y eso creo que es gracias al psicodrama como puente y ligar de encuentro.
Por eso vivimos desde el Foro Iberoamericano de Psicodrama(1) con gran pena el paso del congreso a lo virtual. Temíamos perder frescura, aunque confiábamos plenamente en el bien hacer de Carmen de los Santos y el equipo organizador de Uruguay. Y Uruguay no defraudó. No sólo no se perdió frescura, sino que el congreso fue un despliegue inédito de un congreso virtual.
El programa era fantástico y en él contamos con representantes españoles y de la AEP. La web estaba diseñada al milímetro para hacer fácil la inscripción y entrada a los talleres. Yo pensé que ojalá este sistema se quedara ya para todos los congresos, virtuales o presenciales. La sensación de tenerlo todo claro, fácil y a mano era constante. Sin contar con la presencia eficiente de las ayudantes de sala.
Entre tramos de talleres habilitaron un espacio de reunión informal llamado “el patio”, donde había música, charla o tour por Uruguay. En este formato de espacio plenario también se realizaron los sociodramas de sueños con los que se inauguraron todas las jornadas. Por la tarde también se cerraba con sociodrama público.
El próximo IB será en Brasil en 2023. La situación actual lo aconsejó así. En el 2025 será España el país anfitrión. Quiero agradecer públicamente a Natacha sus gestiones en éste Foro. Gracias a ella España está en magníficas relaciones con el resto de los delegados. Natacha ha sido impulsora firme de este acuerdo de fechas. Dentro del Foro Iberoamericano es nuestra mejor representante, querida y respetada. Ha formado parte de varias mesas y ha sido una fi gura muy presente del psicodrama español y de la AEP.
¡¡Nos vemos el 23 en Brasil!!
Esperanza Fernández Carballada
Voy a compartir con los seguidores de la AEP mis vivencias del 13 Congreso Iberoamericano de Psicodrama.
Este congreso empezó a estar en mi agenda en mayo de 2019, en Costa Rica, terminando el 12 Congreso Iberoamericano, se nos propuso inscribirnos y empezar con el nuevo proyecto, como representante de la AEP en el FIP, me pareció una forma de vivir el Congreso desde el principio y compartir la ilusión de Carmen Santos, la persona que asumía la presidencia del FIP, Foro Iberoamericano de Psicodrama, que iba organizarlo por primera vez en su país Uruguay y sin conocer en aquel momento que iba a sobrevenir una pandemia logró inscribir a cerca de unas 300 personas.
Los preparativos duraron 2 años francamente difíciles, apuestas por la modalidad presencial, contemplando
la posibilidad online, todos los deseos de que la pandemia pasara de refi lón , pero la obligación de dar respuestas a lo que estamos viviendo, el parón que suponía la pandemia con tintes de miedo, frustración, comunicación virtual y mi deseo de estar atenta y aprender hacer un Congreso virtual por si hay que organizarlo así en León y hay que repetir la modalidad online, se tuvieron actividades en redes, se publicitaron, se intentó hacer más fácil y asequible la posibilidad de participar a todos los socios de la AEP y llegó el 5 de mayo de 2021, y comenzó el Congreso, nos reunimos en salas los diferentes países, a España nos tocaba en la sala de Países Europeos (España, Portugal, Italia, Suiza, Italia, etc.). Hicimos un viaje imaginario en avión, atravesamos el Atlántico, cuidados por una tripulación psicodramática de lujo, que nos cuidó incluso cuando nos caímos o nos íbamos del Zoom, no sabíamos por qué, si por las turbulencias, o por la plataforma Zoom, pero siempre nos encontrábamos seguros en nuestra casa…. durante el viaje nos mostraron imágenes de Montevideo, de las playas y cuando sin saber estábamos fuera… teníamos la posibilidad de aparecer en un patio con muchos más psicodramtistas, también perdidos y con muchas ganas de conocernos y disfrutar de la experiencia que teníamos por delante.
Al final el vuelo concluyó y nos encontramos en la inauguración del 13 Congreso, con Carmen Santos recibiéndonos como presidenta del FIP y nos invitó a “TOMAR LUGAR”, una preciosa silla verde, que quería recordar a aquel sillón rojo de Moreno, que había utilizado 100 años antes en la Primera Sesión de Psicodrama en Viena.
Carmen señaló que la pandemia conmocionó al planeta, nos colocó en un momento triste y que nos hace preguntarnos ¿Quién sobrevivirá? nos habló del TELE, del TELE virtual, de lo premonitorio de Moreno, de que probablemente sobrevivirán los que se integren en grupos, que nosotros como creadores de grupos somos como luciérnagas en el planeta.
La inauguración terminó compartiendo sentires de distintos países, algunos en pleno conflicto como Colombia, hubo referencias a la conciencia política, a las canciones de los pueblos. Terminó la jornada con un acto musical, el programa comenzaba compartiendo sueños, cada día con un psicodramtista distinto, luego había talleres, en los descansos había encuentros muy diversos en el PATIO; gran lugar, descansos para comer que aprovechaban para enseñarnos la ciudad y sus costumbres, la jornada terminaba con una actividad en la que participábamos todos de formas muy dinámicas.
El Zoom me ha permitido estar muy centrada en la actividad, como si estuviera en primera fila, la alta participación, me permitió conocer como ha afectado la pandemia en los distintos lugares y cuantas características comunes hemos vivido. Me ha permitido compartir sueños reales de los tenidos en tiempo pasado y seguir soñando, me ha permitido conocer una gran cantidad de posibilidades del Zoom, para trabajar con los grupos, me ha creado un interés enorme por estar pegada a la pantalla, hasta las tantas de la mañana, no querer despedirnos, aunque a los que estamos a este lado del Océano la diferencia horaria nos hacía sentir el sueño físico.
El congreso nos ha abierto muchas posibilidades de seguir afianzando nuestras relaciones con los psicodramatistas de Iberoamérica, darnos abrazos virtuales, trabajar en grupos grandes y pequeños, hacer visible a nuestra querida AEP, a los psicodramatistas Españoles, fuimos una grupo de unos 20 psicodramatistas que entre otras cosas nos animamos a compartir nuestras experiencias en la Hoja
de Psicodrama y a difundir el 14 Congreso Iberoamericano de Psicodrama que será en Brasil.
Ana Fernandez
“Tomar lugar”
Este fue el título, el concepto iniciador y el eslogan del 13 Congreso Iberoamericano, con sede en Uruguay, que se convirtió en un largo camino preparatorio (para todos y todas, pero especialmente para el Comité organizador), condicionado por las circunstancias sanitarias mundiales.
¿Qué lugar tendríamos o podríamos tomar?
Porque “lugar”, de momento, para mí apunta a un espacio físico, material…;pero la RAE también señala para esta palabra, acepciones como “ponerse en el lugar de alguien” (luego “lugar” supliría a “alguien”), “en buen lugar” (en buena consideración), “en tu lugar yo no iría” (la de hipótesis), etc.
Es decir, un “lugar” metafórico como experiencia personal, que para mí apunta también a otra traducción-interpretación, que nos trajo el método de comunicación online, a través de los sistemas de videoconferencia.
¿Y la presencia de la silla en el cartel? ¿Es una silla real? ¿La imagen de la silla, percibida a través de mis ojos, como único sentido implicado en su percepción (y dibujada en un cartel, como una traducción interpretación de esa realidad inicial), me transmitirá una experiencia semejante a una silla física y material, y tridimensional? ¿Transmite esta silla el simbolismo de lo que está por mostrarse, lo que ya está o estará en ella (como otros procesos o elementos de nuestro mundo interior)?
Esta reflexión inicial, ya estimulada hace tiempo para mi, por el uso de la tecnología y los sistemas de videoconferencia, me recordó una escena vivida hace mucho tiempo… en el año 2004. Lo recuerdo porque fue la fecha de la primera clase impartida por un profesor (Pablo Población), en la Universidad de Salamanca, en el 1º curso de verano que se organizó dentro del convenio USAL-AEP. Muy en el inicio de su intervención, él comenzó proyectando una diapositiva de una manzana (con esos entrañables proyectores de diapositivas antiguos), y preguntando a los participantes por lo que veían. Todo el mundo dijo…” una manzana”. Volvió a preguntar, insistiendo en que esforzáramos nuestra comprensión, para observar que lo que veíamos era la imagen de la manzana, y no el objeto material manzana, Y esa comprensión, nos llevó a conectar con el mundo imaginario, y la importancia en la identidad.
¿Es válido en la experiencia personal comunicativa, conectarse con la imagen (en síncronía) de otras personas? ¿O no es válida? ¿Sentimos que estamos en el proceso comunicativo, o es superior la experiencia de lo artificial y artificioso en la comunicación?
Así que con esta imagen, y mi cabeza cuestionándose, me conecté a la primera actividad en la que participé, la Inauguración del congreso. A través de zoom, en online. ¿Esas imágenes, en las cajitas audiovisuales, somos nosotros…o no somos nosotros? ¿Qué ocurre con el “yo” en el hecho online?
Dejo aquí este hilo argumental, quizá para en otra ocasión seguir repensando y construyendo mi comprensión de este hecho tan actual.
Y la puerta que tuve que abrir, fue el clikar con mi dedo sobre el ratón, en una zona prevista en la plataforma digital, y me permitió entrar en un lugar en el que me encontré con muchas personas, aprendiendo que incluso podíamos estar 49 personas por “sala” (hasta ese momento pensaba que 25). Entrar en un espacio…físico, virtual. Lleno de otras, otros y otres (término que cada vez es más familiar). Y la sala se llenó de personas expectantes, curiosas, dispuestas al saludo cordial y amigable; viejos conocidos que se saludaban efusivamente entre ellos mientras recordaban algunas anécdotas…; como cuando en 1995 algunos de ellosellas- elles, soleros psicodramatistas, ya hablaron de reunirse en congresos de habla latina (español y portuñol), y de cómo en 1997, la AEP, a través de su coordinadora Elisa López, congregó a numerosas personas en Salamanca. Alegría ante el reencuentro, hecho posible a través de zoom. Tan lejos geográficamente, pero tan cerca.
El programa del congreso estuvo muy completo, con una amplia oferta de talleres, mesas redondas, junto a un programa de ocio muy variado, que seguía invitando a tomar lugar (yo contaré que aquí tomé poco lugar, porque necesito descansar para poder “estirar” mi participación en otras actividades…).
Actividades temporalmente bien definidas, y drásticamente finalizadas, si llegaba el caso, porque el anfitrión terminaba la reunión, aunque aún se siguiera comentando algo. Una hora y media, exactamente. Psicodrama y Sociodrama desde distintas ópticas, con distintas propuestas metodológicas, planificadas para este medio inusual (aunque cada vez más familiar y confiable), en esta actividad vivencial.
Y una y otra vez, la constatación (tanto en mi misma, como escuchada por otras personas repetidamente) de la conexión en el trabajo, de la circulación del tele, de como se activa la espontaneidad, por nuevos caminos aún en construcción.
Terminar una actividad, y tener ganas de la siguiente, desatendiendo el cansancio personal. Sorprendernos de la coincidencia del momento vivió en sincronía, en el que un@s desayunaban y otr@s comíamos, otr@s tomaban un café de media jornada.
Y experimentar la proximidad, la pasión, la entrega, la confianza, el encuentro, el tele, etc..
Y sentir un océano de amor (sí, me zambullí en varias ocasiones en un mar amoroso, de voces femeninas y masculinas….)
Experimentar también algunos viejos y rancios prejuicios, que me cansan, que tienen que ver con los legados transgeneracionales y culturales, que siguen vigentes, se siguen pudiendo leer en el “texto” y en el “subtexto” de algunas conversaciones. Pero agradeciendo esta posibilidad respetuosa de nombrarlo, y de rebatirlo. En un entorno en el que se respeta y se escucha. Con la sensación de que todas las voces tienen cabida, pueden ser escuchadas. Desde la validación de la persona y del grupo.
La canción “A desalambrar”… que nos removió la conciencia, de que lo personal también es político, y a algun@s como a mí, me recordó la edad que tengo. Y en esta remembranza de la instalación Spinoza, de nuevo la invitación de la organizadora, a tomar lugar, desde un esquema sociodramático, en el que las preguntas y las respuestas circulaban de boca en boca, conectándonos en nuestra más profunda humanidad. Desde la defensa del pensamiento inacabado o pensamiento en tensión, como cualidad necesaria en la construcción del conocimiento (concepto que me gusta especialmente).
Me quedo como huellas de lo vivido, con muchos ecos y resonancias; con muchas miradas y gestos; con mucha frescura y amistad.
Pero especialmente me quedo con la propuesta de la coordinadora del Comité, Carmen de los Santos, en ser luciérnagas, “seres de luz que se encienden aunque sea con poquita luz…allí….en su lugar…quizá en ese lugar habilitado y habitado al aceptar la invitación a entrar y tomar lugar”
Y me quedo con una canción, muy popular en la actualidad en Uruguay, que cantamos en un grupo, en un taller, que copio para finalizar el relato de mi experiencia:
“Esa es mi revolución
Llenar de amor mi sangre y si reviento
Que se esparza en el viento
El amor que llevo dentro
Esa es mi revolución”
Francisca Vargas Real
*¿Qué recuerdo del 13 congreso iberoamericano de psicodrama?*
Lo que aún resuena en mi mente es, la organización tan sumamente fantástica que nos asistió.
La calidad y calidez humana de todo el personal implicado.
Los talleres fueron estudiados, variados y llenos de generoso aprendizaje; lo peor, tener que elegir a sabiendas de que, dejaba de compartir trabajos valiosos.
Mi elección fue a desconocidos y muy conocidos.
Me gustó conocer de los trabajos elegidos, de todos aprendí, con todos recordé retazos de mi vida, trabajo que me mostraron distintas formas, estilos de trabajo, de personas diferentes con las que aprendí que tenemos cosas en común, también comprobé que con un mismo ruido, música… la resonancia es diferente… me divertí, lloré y tuve la gran oportunidad de conocer y ser capaz de mostrar mi estilo y forma.
Me gustó ocupar mi lugar, defenderlo mostrándome y mostrando mi respeto absoluto a la diversidad… me siento muy agradecida y congratulada de haber asistido y participado en el Espléndido Congreso… en el que conocí URUGUAY y uruguayo, españoles, costarricenses, argentinos, argentinos y… gracias a todas las personas que, sin saberlo, formar parte de un retazo de mi vida.
F. Dolton decía que a los hijos debemos tratarlos con la exquisitez que tratamos a los amigos invitados, como a huéspedes importantes que recibimos en casa, en definitiva lo que entiendo es que hay que tratarlos con RESPETO y es así como puedo resumir la resonancia, respeto absoluto, recíproco y compartido.
Gracias por todo el encuentro y la gran experiencia, pues aun estando en “mi estudio” sentía que me transportaba a ese lugar común de respeto, de confianza, de compartir desde el propio lugar a sabiendas de que no era el único y que los otros lugares también debían ser respetados.
Y algo que me llamó la atención, el deseo del contacto, del calor de las personas, del abrazo, de los olores personales e individuales…
Me encantó bailar y disfrutar de la despedida.
Gracias, gracias, gracias.
Mer Manzano
A mí me costó tomar lugar. ¡Qué paradoja que ese fuera el título del encuentro!
Inmediatamente después del 12º Congreso Iberoamericano de Costa Rica, en el periodo de pronto pago, reservé mi plaza para estar en Uruguay. Una pena que la pandemia nos haya arrebatado la posibilidad de este encuentro en persona, piel con piel.
Mi primer Iberoamericano fue el de Lisboa 2017 y quedé maravillada con la variedad de formas y el generoso compartir. Estuve dudando si online merecería la pena y si cancelar mi asistencia al 13º Congreso por ser online. Abrí mi agenda, llevaba ahí reservada la semana desde hacía más de un año. Al acercarse la fecha habilité trabajo para los días anteriores y seguí reservando los días señalados.
Los eventos de psicodrama siempre me atraen como un poderoso imán desde el primer encuentro al que asistí, no hace tanto, en Pontevedra 2015. Y desde entonces, con cada encuentro siento que me nutro, me flexibilizo y crezco. ¡Cómo no asistir!
He aprendido a asomarme a cada taller y comunicación con curiosidad y apertura para descubrir formas nuevas de hacer, para poder coger nuevas ideas, reforzar las que ya tengo o incluso descubrir lo que no va conmigo y es que siento que hay tantos matices posibles como personas se atreven a llevar grupo y personas que conforman los grupos. Siempre saco matices interesantes que me aportan como persona y profesional.
Maravillada también con el compartir fuera de los talleres, con los sociodramas del principio y comienzo de cada día, ¡siendo online y sin poder ver a todos los asistentes al tiempo!, maravillada por la música y el compartir en los patios virtuales. Cuando se pone el alma, se puede.
En este 13º Congreso Iberoamericano ha sido de nuevo así, ¡no podía ser de otra forma!
Me siento dichosa de haber elegido asomarme a la ventana de internet. Ha sido una oportunidad maravillosa para ver la creatividad, la paciencia, el cariño, el cuidado, la acogida, el saber hacer incluso algún saber despistado, de los ponentes y los asistentes, al adecuarse a este formato con horarios y países tan variados. He sentido que formaba parte.
El encuentro con las personas de esos otros lugares me ha servido para ponerme en otras pieles, en otras realidades y así poder salir un poco de mi ombligo. Qué bien sienta formar parte de otros lugares, con energía renovada, con nuevas caras y pensares, con caras conocidas y queridas, con distintas realidades entremezclándose, incluso con espacio para compartir pesares, dolor y alzar la voz para que se oiga en un manifiesto conjunto.
Fue una pena para mí perderme el aterrizaje del primer día, mi impaciencia me hizo desistir y claudiqué ante mi mala conexión y me fui a descansar, me dije “Bueno, lo interesante comienza mañana”, parece que el online me hizo olvidar que cuando el psicodrama tiene parte en lo que sucede, todo puede pasar y para mí suele ser mágico. Cuando compartieron los demás cómo había sido, sentí no haber estado. Ahí ya conseguí “tomar lugar” y engancharme al encuentro, que nunca es un encuentro más.
Doy las gracias al 13º Congreso Iberoamericano de Uruguay por no haber cesado en su esfuerzo porque este encuentro saliera adelante, por su buen hacer y su cariño en todo lo que hicieron, doy las gracias porque pude reconectar conmigo desde diferentes ángulos sin moverme de mi silla, doy las gracias porque resultó fácil y ameno aunque el lugar donde yo estaba no era el idóneo para moverme, me doy también las gracias a mí por dejarme estos días libres y permitirme disfrutar y estar. ¡Nos vemos en Brasil! Y en los encuentros que haya mientras tanto en España. Hasta pronto.
Raúl Vaimberg
Después de 36 años viviendo en Barcelona, fue una experiencia intensa el escuchar hablar el español de tan diferentes maneras, el argentino y el uruguayo me parecían más semejantes que antes. El cálido chileno, el cantado español de los países de centroamérica, el inconfundible mejicano, el colombiano, peruano, boliviano y venezolano. El comprensible y entrañable brasilero, si bien los asistentes de habla portuguesa se adaptaban muy amablemente a la mayoría de hispano parlantes asistentes al congreso.
Otra experiencia que estuvo presente a lo largo de las jornadas fue la sensación de presencia de los ausentes: Jaime Rojas Bermúdez, Carlos Martínez Bouquet, Tato Pavlowsky, Fidel Moccio. Los que pensé que podrían llamarse los psicodramatistas mayores, al menos después de J. L. Moreno. Si bien también vino a mi memoria la entrañable Ancelin Schützenberger, y algunos más.
Me quedó dando vueltas un comentario de un colega europeo que compartía su agrado de participar en los congresos iberoamericanos, por la pasión y compromiso político que encontraba en el psicodrama sudamericano, a diferencia de un psicodrama europeo más técnico y metodológico. Se cruzaban adentro mío estas dos raíces, generando sensaciones que, durante estas semanas, siguen haciendo efecto en la intimidad de mi despacho, en la cual me veo a mi mismo muy europeo y también bastante sudamericano.
Por último, como recuerdo haber comentado en la sesión de cierre del congreso iberoamericano, señalé 3 adjetivos. Una organización excelente, atrevida, por la complejidad y efectividad de la propuesta de un congreso online y comprometida social y políticamente, compromiso que en algunas de las ponencias y comentarios permitía respirar la realidad de este continente tan querido y convulso, que tan cerca y a veces tan lejos sentimos de España.
(1) del que formo parte como delegada de la AEP junto a Natacha y Esperanza