La hoja de psicodrama nº 72

13 CONGRESO IBEROAMERICANO DE PSICODRAMA. Mosaico de experiencias

Mosaico de experiencias de los españoles que asistimos al 13 Iberoamericano: “Tomar Lugar” 5,6,7 y 8 de mayo de 2021, Uruguay
El grupo de Españoles que participamos en el 13 Congreso Iberoamericano de Psicodrama,decidimos recoger nuestra experiencia sobre el mismo, sin pararnos a detallar tallereso a personas que mostraron su trabajo, en un intento de hacerlo desde la emoción y lano diferenciación, y, sobretodo porque sería extensísimo dado que muchos fueron lostrabajos interesantes y estimulantes. Quizás tengamos otro espacio para poder hacerlo. Osadjuntamos el Programa y aquí están algunas de las impresiones de los que estuvimos allí yos adjuntamos. No estamos todos pero valga una muestra.

Natacha Navarro

Al ser Delegada del FIP en representación  de la AEP, llevo 4 años vinculada a un  chat en el que en particular y desde el año  pasado, hemos estado mucho más activos. La  pandemia ha conseguido eso en particular,  estar conectados. Conozco pues todos los  momentos en los que se ha pasado de una  normal actividad presencial a la toma de  decisión de un Congreso On line. Ha sido  pues la primera vez, esta 13 edición en la que  se ha utilizado esta opción. Y frente a todos  los miedos ha resultado muy bien organizado  y eficaz. Del Miedo a la Esperanza.

Antes del Congreso los organizadores ya  contactaron con frecuencia con cada uno de los expositores y talleristas de forma  personalizada. Llegamos a tener un  simulacro 15 dias antes para poner todo  a punto y, sinceramente, no tengo más  que elogios para ellos, Los problemas de  conexiones en general han sido debido a los  contratos locales y personales. Y su ayuda  y disposición ha sido imposible de mejorar.  Hemos tenido un programa personalizado  con el taller o comunicación escogida y su  correspondiente zoom tan solo en un click.

El despliegue en redes, Facebook,  instagram, videos, web….Ha sido una  lección de la que tomar nota. No puedo  dejar de felicitar a Carmen de los Santos y  a su equipo por esta hazaña.  Yo le llamaría pues un CONGRESO desde  la incertidumbre y con una cara amable y  educada permanente, que nos ha llevado a  la certidumbre de que somos de verdad un  colectivo.

Aun hoy estamos recibiendo información  que ocurrió en nuestra sesión y que quedó  en los chats.

Me sorprendió la agilidad y creatividad que  demostraron compañeros y desconocidos  con la herramienta on line. Ver desplegar  una y otra vez nuestras apreciadas técnicas  psicodramáticas a través de la pantalla y  sentir qué cerca tenías a los participantes fue  nutricio en este tiempo duro de relaciones  nuevas y grupos nuevos. No me sorprendió  tanto, porque conozco, la entrega de los  asistentes y sus ganas de crear un grupo  una y otra vez, acogedor y significativo. Por  lo tanto, desde mis intervenciones dar las  GRACIAS y también desde mi asistencia y  participación.

Los que veníamos desde España,  aterrizamos en una Sala que nos permitió  vernos y generar nuestro propio chat para  compartir y ayudarnos con la tecnología.  Sabíamos donde estaba cada uno en cada  momento y podíamos intercambiar si es  que coincidíamos. Parece toda una aventura  milenial. Cada día participamos más en este  chat que se creó solo para no sentirnos solos.  Aun no lo hemos podido cerrar.

Qué decir más, seria ir yendo uno por uno y  devolverle desde el enfriamiento y el reposo  aquellas chispas que me calentaron o que  me inspiraron.

Hace tiempo que apuesto por este  encuentro, IBERO DE PSICODRAMA,  y en estos días de Mayo solo he hecho que  reafirmarme. Deseo que los compañeros  de la AEP y Psicodramatistas que hablen  Español y Portugués se animen a participar  cada vez más.

GRACIAS pues por todo.
Natacha

 

Isabel Calvo.  Delegada AEP en el FIP

La primera vez que fui a un congreso  iberoamericano no esperaba nada especial.  Creía que iba a ser un congreso más de  psicodrama. Fue en Portugal hace 6 años.  Pero la experiencia fue tan estimulante y  enriquecedora que decidió apuntarme a  todos. Dos años después estuve en Costa  Rica y este año ha sido en Montevideo,  Uruguay.

Lo fascinante para mí de estos congresos  IB es la energía que circula, la diversidad  de acentos, de miradas, de formas de estar  y de hacer psicodrama. Toda la pluralidad  de grupos humanos genera una fuerza  ascendente de creatividad que potencia,  en vez de restar en caos. Y eso creo que es  gracias al psicodrama como puente y ligar  de encuentro.

Por eso vivimos desde el Foro  Iberoamericano de Psicodrama(1) con gran  pena el paso del congreso a lo virtual.  Temíamos perder frescura, aunque  confiábamos plenamente en el bien hacer  de Carmen de los Santos y el equipo  organizador de Uruguay. Y Uruguay no  defraudó. No sólo no se perdió frescura,  sino que el congreso fue un despliegue  inédito de un congreso virtual.

El programa era fantástico y en él  contamos con representantes españoles  y de la AEP. La web estaba diseñada al  milímetro para hacer fácil la inscripción  y entrada a los talleres. Yo pensé que ojalá  este sistema se quedara ya para todos los  congresos, virtuales o presenciales. La  sensación de tenerlo todo claro, fácil y  a mano era constante. Sin contar con la  presencia eficiente de las ayudantes de sala.

Entre tramos de talleres habilitaron un  espacio de reunión informal llamado “el patio”, donde había música, charla o  tour por Uruguay. En este formato de  espacio plenario también se realizaron  los sociodramas de sueños con los que  se inauguraron todas las jornadas. Por la  tarde también se cerraba con sociodrama  público.

El próximo IB será en Brasil en 2023.  La situación actual lo aconsejó así. En  el 2025 será España el país anfitrión.  Quiero agradecer públicamente a Natacha  sus gestiones en éste Foro. Gracias a ella  España está en magníficas relaciones  con el resto de los delegados. Natacha ha  sido impulsora firme de este acuerdo de  fechas. Dentro del Foro Iberoamericano  es nuestra mejor representante, querida  y respetada. Ha formado parte de varias  mesas y ha sido una fi gura muy presente  del psicodrama español y de la AEP.

¡¡Nos vemos el 23 en Brasil!!

 

Esperanza Fernández Carballada

Voy a compartir con los seguidores de  la AEP mis vivencias del 13 Congreso  Iberoamericano de Psicodrama.

Este congreso empezó a estar en mi  agenda en mayo de 2019, en Costa  Rica, terminando el 12 Congreso  Iberoamericano, se nos propuso  inscribirnos y empezar con el nuevo  proyecto, como representante de la AEP  en el FIP, me pareció una forma de vivir  el Congreso desde el principio y compartir  la ilusión de Carmen Santos, la persona  que asumía la presidencia del FIP, Foro  Iberoamericano de Psicodrama, que iba  organizarlo por primera vez en su país  Uruguay y sin conocer en aquel momento  que iba a sobrevenir una pandemia logró  inscribir a cerca de unas 300 personas.

Los preparativos duraron 2 años  francamente difíciles, apuestas por la  modalidad presencial, contemplando
la posibilidad online, todos los deseos  de que la pandemia pasara de refi lón ,  pero la obligación de dar respuestas a  lo que estamos viviendo, el parón que  suponía la pandemia con tintes de miedo,  frustración, comunicación virtual y  mi deseo de estar atenta y aprender  hacer un Congreso virtual por si hay  que organizarlo así en León y hay que  repetir la modalidad online, se tuvieron  actividades en redes, se publicitaron, se  intentó hacer más fácil y asequible la  posibilidad de participar a todos los socios  de la AEP y llegó el 5 de mayo de 2021,  y comenzó el Congreso, nos reunimos  en salas los diferentes países, a España  nos tocaba en la sala de Países Europeos  (España, Portugal, Italia, Suiza, Italia,  etc.). Hicimos un viaje imaginario en  avión, atravesamos el Atlántico, cuidados  por una tripulación psicodramática de  lujo, que nos cuidó incluso cuando nos  caímos o nos íbamos del Zoom, no  sabíamos por qué, si por las turbulencias,  o por la plataforma Zoom, pero siempre  nos encontrábamos seguros en nuestra  casa…. durante el viaje nos mostraron  imágenes de Montevideo, de las playas  y cuando sin saber estábamos fuera…  teníamos la posibilidad de aparecer en un  patio con muchos más psicodramtistas,  también perdidos y con muchas ganas de  conocernos y disfrutar de la experiencia  que teníamos por delante.

Al final el vuelo concluyó y nos  encontramos en la inauguración del  13 Congreso, con Carmen Santos  recibiéndonos como presidenta del FIP  y nos invitó a “TOMAR LUGAR”, una  preciosa silla verde, que quería recordar  a aquel sillón rojo de Moreno, que había  utilizado 100 años antes en la Primera  Sesión de Psicodrama en Viena.

Carmen señaló que la pandemia  conmocionó al planeta, nos colocó  en un momento triste y que nos hace  preguntarnos ¿Quién sobrevivirá? nos  habló del TELE, del TELE virtual, de lo premonitorio de Moreno, de que  probablemente sobrevivirán los que  se integren en grupos, que nosotros  como creadores de grupos somos como  luciérnagas en el planeta.

La inauguración terminó compartiendo  sentires de distintos países, algunos en  pleno conflicto como Colombia, hubo  referencias a la conciencia política, a las  canciones de los pueblos. Terminó la  jornada con un acto musical, el programa  comenzaba compartiendo sueños, cada  día con un psicodramtista distinto, luego  había talleres, en los descansos había  encuentros muy diversos en el PATIO;  gran lugar, descansos para comer que  aprovechaban para enseñarnos la ciudad y  sus costumbres, la jornada terminaba con  una actividad en la que participábamos  todos de formas muy dinámicas.

El Zoom me ha permitido estar muy  centrada en la actividad, como si estuviera  en primera fila, la alta participación,  me permitió conocer como ha afectado  la pandemia en los distintos lugares y  cuantas características comunes hemos  vivido. Me ha permitido compartir sueños  reales de los tenidos en tiempo pasado y  seguir soñando, me ha permitido conocer  una gran cantidad de posibilidades del  Zoom, para trabajar con los grupos, me  ha creado un interés enorme por estar  pegada a la pantalla, hasta las tantas de la  mañana, no querer despedirnos, aunque a  los que estamos a este lado del Océano la  diferencia horaria nos hacía sentir el sueño  físico.

El congreso nos ha abierto muchas  posibilidades de seguir afianzando nuestras  relaciones con los psicodramatistas de  Iberoamérica, darnos abrazos virtuales,  trabajar en grupos grandes y pequeños,  hacer visible a nuestra querida AEP, a  los psicodramatistas Españoles, fuimos  una grupo de unos 20 psicodramatistas  que entre otras cosas nos animamos a  compartir nuestras experiencias en la Hoja
de Psicodrama y a difundir el 14 Congreso  Iberoamericano de Psicodrama que será en  Brasil.

 

Ana Fernandez

“Tomar lugar”
Este fue el título, el concepto iniciador y el  eslogan del 13 Congreso Iberoamericano,  con sede en Uruguay, que se convirtió  en un largo camino preparatorio (para  todos y todas, pero especialmente para el  Comité organizador), condicionado por las  circunstancias sanitarias mundiales.

¿Qué lugar tendríamos  o podríamos tomar?

Porque “lugar”, de momento, para mí  apunta a un espacio físico, material…;pero  la RAE también señala para esta palabra,  acepciones como “ponerse en el lugar de  alguien” (luego “lugar” supliría a “alguien”),  “en buen lugar” (en buena consideración),  “en tu lugar yo no iría” (la de hipótesis), etc.

Es decir, un “lugar” metafórico como  experiencia personal, que para mí apunta  también a otra traducción-interpretación,  que nos trajo el método de comunicación  online, a través de los sistemas de  videoconferencia.

¿Y la presencia de la silla en el cartel?  ¿Es una silla real? ¿La imagen de la silla,  percibida a través de mis ojos, como único  sentido implicado en su percepción (y  dibujada en un cartel, como una traducción interpretación  de esa realidad inicial), me  transmitirá una experiencia semejante a  una silla física y material, y tridimensional?  ¿Transmite esta silla el simbolismo de lo que  está por mostrarse, lo que ya está o estará  en ella (como otros procesos o elementos de  nuestro mundo interior)?

Esta reflexión inicial, ya estimulada hace  tiempo para mi, por el uso de la tecnología y  los sistemas de videoconferencia, me recordó una escena vivida hace mucho tiempo…  en el año 2004. Lo recuerdo porque fue  la fecha de la primera clase impartida  por un profesor (Pablo Población), en la  Universidad de Salamanca, en el 1º curso  de verano que se organizó dentro del  convenio USAL-AEP. Muy en el inicio de  su intervención, él comenzó proyectando  una diapositiva de una manzana (con esos  entrañables proyectores de diapositivas  antiguos), y preguntando a los participantes  por lo que veían. Todo el mundo dijo…”  una manzana”. Volvió a preguntar,  insistiendo en que esforzáramos nuestra  comprensión, para observar que lo que  veíamos era la imagen de la manzana,  y no el objeto material manzana, Y esa  comprensión, nos llevó a conectar con el  mundo imaginario, y la importancia en la  identidad.

¿Es válido en la experiencia personal  comunicativa, conectarse con la imagen  (en síncronía) de otras personas? ¿O no es  válida? ¿Sentimos que estamos en el proceso  comunicativo, o es superior la experiencia de  lo artificial y artificioso en la comunicación?

Así que con esta imagen, y mi cabeza  cuestionándose, me conecté a la  primera actividad en la que participé, la  Inauguración del congreso. A través de  zoom, en online. ¿Esas imágenes, en las  cajitas audiovisuales, somos nosotros…o no  somos nosotros? ¿Qué ocurre con el “yo” en  el hecho online?

Dejo aquí este hilo argumental, quizá  para en otra ocasión seguir repensando y  construyendo mi comprensión de este hecho  tan actual.

Y la puerta que tuve que abrir, fue el clikar  con mi dedo sobre el ratón, en una zona  prevista en la plataforma digital, y me  permitió entrar en un lugar en el que me  encontré con muchas personas, aprendiendo  que incluso podíamos estar 49 personas por  “sala” (hasta ese momento pensaba que 25).  Entrar en un espacio…físico, virtual. Lleno de otras, otros y otres (término que cada  vez es más familiar). Y la sala se llenó de  personas expectantes, curiosas, dispuestas al  saludo cordial y amigable; viejos conocidos  que se saludaban efusivamente entre ellos  mientras recordaban algunas anécdotas…;  como cuando en 1995 algunos de ellosellas-  elles, soleros psicodramatistas, ya  hablaron de reunirse en congresos de habla  latina (español y portuñol), y de cómo en  1997, la AEP, a través de su coordinadora  Elisa López, congregó a numerosas personas  en Salamanca. Alegría ante el reencuentro,  hecho posible a través de zoom. Tan lejos  geográficamente, pero tan cerca.

El programa del congreso estuvo muy  completo, con una amplia oferta de talleres,  mesas redondas, junto a un programa de  ocio muy variado, que seguía invitando  a tomar lugar (yo contaré que aquí tomé  poco lugar, porque necesito descansar para  poder “estirar” mi participación en otras  actividades…).

Actividades temporalmente bien definidas, y  drásticamente finalizadas, si llegaba el caso,  porque el anfitrión terminaba la reunión,  aunque aún se siguiera comentando algo.  Una hora y media, exactamente. Psicodrama  y Sociodrama desde distintas ópticas,  con distintas propuestas metodológicas,  planificadas para este medio inusual  (aunque cada vez más familiar y confiable),  en esta actividad vivencial.

Y una y otra vez, la constatación (tanto  en mi misma, como escuchada por otras  personas repetidamente) de la conexión  en el trabajo, de la circulación del tele, de  como se activa la espontaneidad, por nuevos  caminos aún en construcción.

Terminar una actividad, y tener ganas de  la siguiente, desatendiendo el cansancio  personal.  Sorprendernos de la coincidencia del  momento vivió en sincronía, en el que un@s  desayunaban y otr@s comíamos, otr@s  tomaban un café de media jornada.

Y experimentar la proximidad, la pasión, la  entrega, la confianza, el encuentro, el tele,  etc..

Y sentir un océano de amor (sí, me zambullí  en varias ocasiones en un mar amoroso, de  voces femeninas y masculinas….)

Experimentar también algunos viejos  y rancios prejuicios, que me cansan,  que tienen que ver con los legados  transgeneracionales y culturales, que  siguen vigentes, se siguen pudiendo leer  en el “texto” y en el “subtexto” de algunas  conversaciones. Pero agradeciendo esta  posibilidad respetuosa de nombrarlo, y  de rebatirlo. En un entorno en el que se  respeta y se escucha. Con la sensación de  que todas las voces tienen cabida, pueden  ser escuchadas. Desde la validación de la  persona y del grupo.

La canción “A desalambrar”… que nos  removió la conciencia, de que lo personal  también es político, y a algun@s como  a mí, me recordó la edad que tengo. Y  en esta remembranza de la instalación  Spinoza, de nuevo la invitación de la  organizadora, a tomar lugar, desde un  esquema sociodramático, en el que las  preguntas y las respuestas circulaban de  boca en boca, conectándonos en nuestra  más profunda humanidad. Desde la defensa  del pensamiento inacabado o pensamiento  en tensión, como cualidad necesaria en la  construcción del conocimiento (concepto  que me gusta especialmente).

Me quedo como huellas de lo vivido, con  muchos ecos y resonancias; con muchas  miradas y gestos; con mucha frescura y  amistad.

Pero especialmente me quedo con la  propuesta de la coordinadora del Comité,  Carmen de los Santos, en ser luciérnagas,  “seres de luz que se encienden aunque sea  con poquita luz…allí….en su lugar…quizá  en ese lugar habilitado y habitado al aceptar  la invitación a entrar y tomar lugar”

Y me quedo con una canción, muy popular  en la actualidad en Uruguay, que cantamos  en un grupo, en un taller, que copio para  finalizar el relato de mi experiencia:

“Esa es mi revolución

Llenar de amor mi sangre y si reviento

Que se esparza en el viento

El amor que llevo dentro

Esa es mi revolución”

 

Francisca Vargas Real

*¿Qué recuerdo del 13 congreso  iberoamericano de psicodrama?*

Lo que aún resuena en mi mente es, la  organización tan sumamente fantástica que  nos asistió.

La calidad y calidez humana de todo el  personal implicado.

Los talleres fueron estudiados, variados  y llenos de generoso aprendizaje; lo peor,  tener que elegir a sabiendas de que, dejaba  de compartir trabajos valiosos.

Mi elección fue a desconocidos y muy  conocidos.

Me gustó conocer de los trabajos elegidos,  de todos aprendí, con todos recordé retazos  de mi vida, trabajo que me mostraron  distintas formas, estilos de trabajo, de  personas diferentes con las que aprendí  que tenemos cosas en común, también  comprobé que con un mismo ruido,  música… la resonancia es diferente… me  divertí, lloré y tuve la gran oportunidad de  conocer y ser capaz de mostrar mi estilo y  forma.

Me gustó ocupar mi lugar, defenderlo  mostrándome y mostrando mi respeto absoluto a la diversidad… me siento muy  agradecida y congratulada de haber  asistido y participado en el Espléndido  Congreso… en el que conocí URUGUAY  y uruguayo, españoles, costarricenses,  argentinos, argentinos y… gracias a todas  las personas que, sin saberlo, formar parte  de un retazo de mi vida.

F. Dolton decía que a los hijos debemos  tratarlos con la exquisitez que tratamos a  los amigos invitados, como a huéspedes  importantes que recibimos en casa, en  definitiva lo que entiendo es que hay que  tratarlos con RESPETO y es así como  puedo resumir la resonancia, respeto  absoluto, recíproco y compartido.

Gracias por todo el encuentro y la gran  experiencia, pues aun estando en “mi  estudio” sentía que me transportaba a ese  lugar común de respeto, de confianza, de  compartir desde el propio lugar a sabiendas  de que no era el único y que los otros  lugares también debían ser respetados.

Y algo que me llamó la atención, el deseo  del contacto, del calor de las personas,  del abrazo, de los olores personales e  individuales…

Me encantó bailar y disfrutar de la  despedida.

Gracias, gracias, gracias.

 

Mer Manzano

A mí me costó tomar lugar. ¡Qué paradoja que ese fuera el título del encuentro!

Inmediatamente después del 12º Congreso  Iberoamericano de Costa Rica, en el  periodo de pronto pago, reservé mi  plaza para estar en Uruguay. Una pena  que la pandemia nos haya arrebatado la  posibilidad de este encuentro en persona,  piel con piel.

Mi primer Iberoamericano fue el de Lisboa  2017 y quedé maravillada con la variedad  de formas y el generoso compartir. Estuve  dudando si online merecería la pena y si  cancelar mi asistencia al 13º Congreso por  ser online. Abrí mi agenda, llevaba ahí  reservada la semana desde hacía más de un  año. Al acercarse la fecha habilité trabajo  para los días anteriores y seguí reservando  los días señalados.

Los eventos de psicodrama siempre me  atraen como un poderoso imán desde  el primer encuentro al que asistí, no  hace tanto, en Pontevedra 2015. Y desde  entonces, con cada encuentro siento que me  nutro, me flexibilizo y crezco. ¡Cómo no  asistir!

He aprendido a asomarme a cada taller y  comunicación con curiosidad y apertura  para descubrir formas nuevas de hacer,  para poder coger nuevas ideas, reforzar las  que ya tengo o incluso descubrir lo que no  va conmigo y es que siento que hay tantos  matices posibles como personas se atreven a  llevar grupo y personas que conforman los  grupos. Siempre saco matices interesantes  que me aportan como persona y profesional.

Maravillada también con el compartir fuera  de los talleres, con los sociodramas del  principio y comienzo de cada día, ¡siendo  online y sin poder ver a todos los asistentes  al tiempo!, maravillada por la música y el  compartir en los patios virtuales. Cuando se  pone el alma, se puede.

En este 13º Congreso Iberoamericano ha  sido de nuevo así, ¡no podía ser de otra  forma!

Me siento dichosa de haber elegido  asomarme a la ventana de internet. Ha  sido una oportunidad maravillosa para ver  la creatividad, la paciencia, el cariño, el  cuidado, la acogida, el saber hacer incluso  algún saber despistado, de los ponentes y los  asistentes, al adecuarse a este formato con  horarios y países tan variados. He sentido  que formaba parte.

El encuentro con las personas de esos  otros lugares me ha servido para ponerme  en otras pieles, en otras realidades y  así poder salir un poco de mi ombligo.  Qué bien sienta formar parte de otros  lugares, con energía renovada, con nuevas  caras y pensares, con caras conocidas  y queridas, con distintas realidades  entremezclándose, incluso con espacio  para compartir pesares, dolor y alzar la  voz para que se oiga en un manifiesto  conjunto.

Fue una pena para mí perderme el  aterrizaje del primer día, mi impaciencia  me hizo desistir y claudiqué ante mi mala  conexión y me fui a descansar, me dije  “Bueno, lo interesante comienza mañana”,  parece que el online me hizo olvidar que  cuando el psicodrama tiene parte en lo  que sucede, todo puede pasar y para mí  suele ser mágico. Cuando compartieron  los demás cómo había sido, sentí no haber  estado. Ahí ya conseguí “tomar lugar” y  engancharme al encuentro, que nunca es  un encuentro más.

Doy las gracias al 13º Congreso  Iberoamericano de Uruguay por no  haber cesado en su esfuerzo porque  este encuentro saliera adelante, por su  buen hacer y su cariño en todo lo que  hicieron, doy las gracias porque pude  reconectar conmigo desde diferentes  ángulos sin moverme de mi silla, doy  las gracias porque resultó fácil y ameno  aunque el lugar donde yo estaba no era el  idóneo para moverme, me doy también  las gracias a mí por dejarme estos días  libres y permitirme disfrutar y estar. ¡Nos  vemos en Brasil! Y en los encuentros que  haya mientras tanto en España. Hasta  pronto.

 

Raúl Vaimberg

Después de 36 años viviendo en  Barcelona, fue una experiencia intensa  el escuchar hablar el español de tan diferentes maneras, el argentino y el  uruguayo me parecían más semejantes  que antes. El cálido chileno, el cantado  español de los países de centroamérica, el  inconfundible mejicano, el colombiano,  peruano, boliviano y venezolano. El  comprensible y entrañable brasilero, si  bien los asistentes de habla portuguesa  se adaptaban muy amablemente a la  mayoría de hispano parlantes asistentes  al congreso.

Otra experiencia que estuvo presente a  lo largo de las jornadas fue la sensación  de presencia de los ausentes: Jaime Rojas  Bermúdez, Carlos Martínez Bouquet,  Tato Pavlowsky, Fidel Moccio. Los  que pensé que podrían llamarse los  psicodramatistas mayores, al menos  después de J. L. Moreno. Si bien también  vino a mi memoria la entrañable Ancelin  Schützenberger, y algunos más.

Me quedó dando vueltas un comentario  de un colega europeo que compartía su  agrado de participar en los congresos  iberoamericanos, por la pasión y  compromiso político que encontraba  en el psicodrama sudamericano, a  diferencia de un psicodrama europeo  más técnico y metodológico. Se cruzaban  adentro mío estas dos raíces, generando  sensaciones que, durante estas semanas,  siguen haciendo efecto en la intimidad  de mi despacho, en la cual me veo a mi  mismo muy europeo y también bastante  sudamericano.

Por último, como recuerdo haber  comentado en la sesión de cierre del  congreso iberoamericano, señalé 3  adjetivos. Una organización excelente,  atrevida, por la complejidad y efectividad  de la propuesta de un congreso online  y comprometida social y políticamente,  compromiso que en algunas de las  ponencias y comentarios permitía  respirar la realidad de este continente  tan querido y convulso, que tan cerca y a  veces tan lejos sentimos de España.

(1) del que formo parte como delegada de la AEP junto a Natacha y Esperanza

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