Tipo de publicación:
Cómo Dirigir Psicodrama en el Aula
Cómo Dirigir Psicodrama en el Aula
Libro
Autores:
Hawley, Robert C
Origen:
Editorial Pax Mexico, México DF, p.150 (1981) (1981)
ISBN
URL
Palabras clave:
dirección, dirigir, Psicodrama
RESUMEN:
Cap. 1. presentación de roles a sillas abierta.–
Cap. 2. Métodos psicodramáticos.–
Cap. 3. el proceso de enseñanza / aprendizaje psicodrama.–
Cap. 4. Los usos del psicodrama en el aula.–
Cap. 5. Qué hacer cuando las cosas van mal.–
Cap. 6. La representación y le desarrollo del juicio moral.
Como para muchos maestros, para mi es valiosa una buena discusión con la participación activa de la mayoría de los alumnos de la clase. Por ello, me dio gusto descubrir que la representación de roles era la forma más segura de lograr una discusión animada y captar la atención de toda la clase. La actuación de roles o psicodrama produce esta vitalidad porque enfoca la interacción humana, es decir, descubre los valores implícitos de la conducta, para que estos puedan ser el objetivo de una investigación concreta. Una representación de solamente uno a cinco minutos puede generar una multitud de datos específicos para su análisis. Los alumnos pueden escoger entre diferentes aspectos de la interacción��»comunicación, búsqueda de alternativas, diferenciación de conflictos, identificación y so-lución de problemas, pronóstico de las consecuencias, etc. Todo esto se descubre naturalmente a través del intercambio.
Por desgracia los maestros no usan la representación de roles con frecuencia. En mis primeros catorce años de enseñanza (principalmente en secundaria), nunca utilicé psicodrama, a pesar de que el término me era familiar y pensaba que ya sabía de qué se trataba. Tal vez evité el uso de esta técnica porque no quería desperdiciar el valioso tiempo de clase en ‘‘juegos”, cuando en su lugar podía dirigir una discusión seria. No obstante estas “discusiones serias» fueran en sí juegos («Adivina lo que estoy pensando…»),juegos en los cuales los alumnos tratan de encontrar respuestas adecuadas a mis preguntas y así ir dando la clase.
Es más, mientras la clase se ocupaba nominalmente en una «discusión abierta”,, yo era el que hablaba el 80 o 90 por ciento del tiempo, y un grupo de tres o cuatro de los “mejores” estudiantes usaban casi todo el poco tiempo que quedaba.
Otra razón por la que los maestros rehúsan emplear la representación, es que temen liberar fuerzas emocionales que no creen poder controlar. Cierto, el psicodrama puede generar sentimientos fuertes; pero creo que estos son probablemente menos peligrosos que los que se generan en un juego de basketball, o los que surgen al recibir un reporte de conducta, o cuando un alumno, de repente se siente rechazado por sus compañeros o su maestro. Además, como los sentimientos constituyen una de las áreas legítimas de investigación dentro de las clases por medio de los juegos teatrales. es muy probable que se manejen de una manera satisfactoria, especialmente con la guía que proponemos en este libro.
Aparte de no querer “perder” tiempo en “juegos”, y sus temores, por el contenido emocional, se dice que los maestros menosprecian la representación porque temen moverse en un área donde ellos no tienen el mismo poder de control sobre el campo de discusión como lo poseen en una clase convencional. No me gusta tomar en cuenta esta razón. Pocos .de los maestros que he conocido son tímidos; por el contrario, la gran mayoría son activos por naturaleza; personas fuertes y dispuestas a correr riesgos donde quiera que exista la posibilidad de triunfar. Por lo tanto, la razón más válida del por qué los maestros no se atreven a utilizar la actuación, es simplemente que no saben cómo empezar o qué procedimientos son los más efectivos.
Y éste es el objetivo del presente libro: dar a los maestros el conocimiento específico que necesitan para incorporar psicodrama en su repertorio de técnicas de enseñanza. Porque las actuaciones no son un fin en sí mismas; son sólo uno de los medios al servicio de una buena enseñanza: enseñanza que promueve el crecimiento del que aprende.
La actuación es tan rica en oportunidades de aprender de los participantes como el de los observadores, ya que el nivel de involucración es extraordinariamente alto. Los estudiantes pueden centrar sus intereses en las situaciones que sean más afines a ellos. Por ejemplo, un alumno puede descubrir nuevas alternativas de pensamiento y acción frente a un problema en particular; un segundo alumno puede aprender nuevos planteamientos para resolver un problema; un tercero puede interesarse en observar y analizar la variedad de interacciones humanas que tienen lugar en una relación; y un cuarto puede “ponerse en los zapatos de otra persona”, aprendiendo a identificarse y así crecer en la comprensión humana ��»todo por medio de la misma representación. Así, al reunir una variedad de necesidades individuales simultáneamente, la representación de roles llega a muchos alumnos en su momento óptimo para aprender.
Hay dos puntos adicionales para recomendar el uso de los métodos psicodramáticos:
1. Los alumnos están cada vez más inconformes con ¡u papel pasivo en el proceso de aprendizaje, (i. e., como recipientes de conocimiento impartido por el maestro, libros de texto, etc.). La representación es un método de enseñanza que involucra a los estudiantes activamente en el proceso de la enseñanza, en las interacciones simuladas y en determinar el camino a tomar en las discusiones que siguen a una representación.
2. El psicodrama es una actividad humana común y natural, no sólo otra estructura artificial limitada al salón de clases. Los niños pequeños inician por naturaleza situaciones de representación de roles entre ellos y con frecuencia les ocupa mucho tiempo. Mi hija de edad pre-escolar y sus amiguitos pasan largas tardes en juegos de representación como “bebé, mamá y doctor”, o “mamá, papá y bebé”, etc. Para niños mayores hay “policías y ladrones”, “indios y vaqueros” .“astronautas”, etc. Y, como Eric Berne indicó en Los juegos que todos jugamos, los adultos son adeptos a juegos de representación como “Échate perro, levántate perro”, “Pata de palo”, “Tumulto” y otros.