La hoja de psicodrama nº 70

XXXIV CONGRESO AEP (Salamanca)

UNA OLA EN LA QUE RECREARNOS, EN LA AEP, EN NOVIEMBRE, EN SALAMANCA

Psicodrama: creatividad e investigación

Nuestra asociación avanza, camina, construye y sigue escribiendo su propio relato paso a paso. Pasos firmes y decididos muchas veces, casi siempre, y otras, pasos vacilantes, ingenuos, imprevistos, dudosos o reparadores.

Así se van entretejiendo acciones, deseos, seguramente también temores, certidumbres, aprendizajes y algunos sueños. Y así se va co-construyendo también un espacio, un relato, una historia con muchas miradas y matices.

Como un mar ya muy experimentado por los muchos años de trayectoria, con esas olas que renuevan la arena cada vez que llegan a la orilla, limpiándola, alisándola y volviéndola suave …; pero trayendo también otras veces algunos objetos olvidados en el fondo, o que flotaban solitarios mar adentro. Objetos valiosos muchas veces, misteriosos otras, restos difíciles de identificar, que nos recuerdan historias vividas, historias que honramos…, y en otras ocasiones pedazos de algún naufragio, que nos retrotraen a otros tiempos y nos hacen repensarlos.

Un mar fuerte, pero a veces mudadizo, indómito, que se sabe enorme, que puede provocar cosas tan diversas como asombro, calma, temor, vértigo, contemplación serena, y tantas otras sensaciones y reflejos o ecos. Con una luz que le suma colores cambiantes y vivos, destellos mágicos, horizontes nítidos; o también le añade sombras inquietantes.

Taller de clausura del 34 Congreso de la AEP – Edificio San Esteban cultural-Salamanca 2019

 

Un mar que mirar con ojos profundos, por el que dejarse bañar, y en el que encontrarse jugando. Con sus eternas olas que van y vuelven a la orilla; frente a las que uno puede sólo mirar, de lejos, o pasear cerca por la orilla, pero sin mojarse; o en las que uno puede sumergirse, jugar con el agua, dejarse mecer o nadar.

Un mar en el que pudimos navegar, en una travesía con un destino, y con un horizonte que se nos fue haciendo familiar según recorríamos el camino.

Sirva esta introducción como la metáfora de la experiencia que vivimos 11 personas, del comité organizador del congreso que se celebró en Salamanca en noviembre de 2019, en el Palacio de San Esteban, antiguo convento de “los Dominicos”. Algunas fuentes bibliográficas

(Wikipedia.org) señalan que “…según la tradición, Colón se alojó en este convento (en realidad en el anterior, destruido para construir este) cuando fue a Salamanca para defender ante los geógrafos de la Universidad la posibilidad de llegar a las Indias navegando hacia Occidente. Durante la Contrarreforma fue un importante centro donde se forjaron los padres dominicos que fundaron la Escuela de Salamanca, con Francisco de Vitoria a la cabeza, y se prestó ayuda a Santa Teresa de Jesús y a San Ignacio de Loyola “.

Así que estas piedras seculares fueron testigos desde muy lejos en el tiempo de nuestra historia, de cómo hubo quienes se atrevieron a preguntarse por la existencia de lo que no era evidente, ni estaba demostrado, aunque entrañase grandes riesgos y posibles tempestades.

Decíamos en el número anterior de esta revista, en la preparación del congreso aún en proceso, que: “el próximo Congreso, pretende facilitar el encuentro, estimular la espontaneidad y la creatividad, y orientarnos a la reflexión sobre la investigación, para identificar de qué manera ya investigamos en Psicodrama, cuánto es implícito ya a la propia metodología, y cuánto podemos aún desarrollar e implementar en nuestra práctica y en nuestro saber.”

¿Cuánto nos atrae la investigación, desde qué posición o estilo personal?, nos preguntábamos en el grupo grande, con Adriana Piterbarg como ponente invitada en el taller inaugural.

Aquellas salas divididas en dos edificios separados, fueron 7 en total.

La sala -1 se dedicó a las mesas de comunicaciones principalmente, y junto con las salas 1,2 y 3 de este edificio San Esteban cultural, se convirtieron en la sede del congreso.

Tuvimos una extensión de espacio para realizar los talleres, en el antiguo convento de los Dominicos (allí contamos con las aulas de Francisco de Vitoria, Domingo de Soto y Melchor Cano).

Taller inaugural del 34 Congreso de la AEP -Edificio San Esteban cultural-Salamanca 2019

 

En estos espacios, se llevó a cabo la apertura del congreso, realizada en una mesa inaugural en la que contamos con la presencia del Vicedecano de la Facultad de Psicología de la Universidad de Salamanca, con la representante del Colegio de Psicólogos de Salamanca, con la presidenta de la AEP, y con la coordinadora del Comité organizador del congreso, en la que se habló de la importancia de la investigación en el mundo actual, y también de la importancia del trabajo con grupos dentro y fuera de la clínica, así como del desarrollo de espacios de intervención en grupos en distintos contextos, como el de la salud, la psicoterapia, el educativo, el social, el socioeducativo, el organizacional y empresarial, el comunitario, etc..

Y como gran novedad, muy esperada, se entregaron los primeros premios del “I Premio J.L. Moreno de investigación en Psicodrama”, todo un acontecimiento para la asociación.

Imágenes que corresponden a la realización de 2 talleres experienciales, y a una mesa de comunicaciones.

A lo largo de los 3 días de duración del congreso, se expusieron y desarrollaron 36 talleres, 15 comunicaciones que se agruparon en 3 mesas, además de un taller inaugural coordinado por Adriana Piterbarg (Argentina), y un taller de clausura coordinado por Francisco Delgado Montero (socio fundador de la AEP, con domicilio actualmente en Salamanca).

Pudimos disfrutar de un variado, diverso y nutrido programa, estructurado por el Comité científico, que estuvo constituido por: Laura García Galeán, Mónica González Díaz de la Campa, Mónica Ruiz García Diego, Belén Hernández Zoido, Esther Zarandona de Juan (Coordinadora del Comité científico).

Contamos con casi 200 participantes (y de ellos 80 fueron ponentes), tanto de personas socias de la AEP, como no socias. Entre ellos, un elevado número de jóvenes, que convirtieron aquellos espacios de pesadas piedras en lugares chispeantes de vitalidad, y llenos de curiosidad, de animación y de entusiasmo.

Se crearon algunas nuevas actividades que tuvieron muy buena acogida por parte de los participantes, como el nuevo espacio de los “Diálogos abiertos”; también tuvimos los nuevos espacios “Conversando libros”, “Conversando posters” y “Conversando revistas internacionales”.

Con todo ello, pretendíamos desarmar el “engolamiento acartonado-y con frecuencia inhibitorio-que en ocasiones rodea al concepto de “investigación”. El trabajo de un Psicodramatista es investigación viva, en acción, que parte del encuentro singular e íntimo con el otro y que, precisamente por eso, emplea técnicas que no siempre son generalizables para el tratamiento de las diferentes personas, aun cuando compartan un mismo problema “.

Este amplio programa científico, caleidoscopio plural, lo complementamos con un programa de ocio que incluyó, después de un vino español para reponer fuerzas, con una función de teatro playback en la Casa Lis, en donde nos conectamos en una experiencia grupal mágica, entre aquellas vidrieras de colores (exponentes del “art nouveau y art deco”), y que finalizamos con un paseo nocturno teatralizado por el casco histórico de esta ciudad, de piedra dorada.

Finalizado el congreso, recibimos el reconocimiento y la acreditación de la Junta de Castilla y León, como actividad formativa oficial, con 1,3 créditos, lo que se reflejó en un nuevo diploma que se envió a los participantes.

Y se editaron los textos enviados por los participantes, para incluir en la publicación de las actas del congreso, como libro en papel, que está próximo a hacerse público en estas fechas, y que esperamos que os traiga buenos recuerdos, cuando lo podáis tener en vuestras manos.

El Comité organizador local formado por: José Antonio Espina Barrio, Esperanza Fernández Carballada, Henar Esteban Marinero, Mer Manzano Marcos, Francisco Delgado Montero y Ana Fernández Espinosa (Coordinadora general), gestamos el congreso con ilusión y ganas de encuentro en el marco del grupo AEP, y condujimos la nave grupal hasta el puerto esperado, el encuentro en noviembre, en Salamanca.

Asumimos también algunos fallos y algunos aspectos que podrían haberse mejorado, y que recogimos en un informe que hicimos llegar a la Junta Directiva, para que pueda servir de memoria de algunos aprendizajes de lo organizativo en futuros congresos.

Pero finalizamos nuestro viaje con el sabor y muchas imágenes, aún recientes de aquella experiencia, vivida con mucha ilusión, desde el respeto y el afecto a este grupo humano del que formamos parte.

Aquella ola…que nos trajo hasta aquí…¡

En este mar…… que existía antes de nosotros …. y que existirá después de nosotros

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