ESTRUCTURA DE LA SESIÓN PSICODRAMÁTICA
(Filgueira Bouza et al., 2009)
1a FASE. CALDEAMIENTO (Calentamiento, Atemperación, Puesta en Marcha o Warming up): comienza en el momento en que se junta el grupo y sus miembros empiezan a interactuar. El psicodramatista trabaja para abrir canales de comunicación y crear un clima apropiado para abordar temas personales, y para la emergencia de un protagonista que centre los intereses latentes del grupo. Puede realizarse de manera estructurada (mediante ejercicios y juegos) o inespecífica (siguiendo la espontaneidad del grupo y los individuos), y debe contemplar a todos los participantes en la sesión.
2a FASE. ACCIÓN (Representación, Escenificación, Dramatización o Drama): surge del caldeamiento, una vez que emerge el protagonista. Consiste en la representación dramática de la escena del protagonista con la ayuda de los ego-auxiliares, el director y eventualmente el público.
3a FASE. CLAUSURA (Eco Grupal o Sharing): el protagonista, el director y los ego-auxiliares vuelven al grupo, se sientan frente al auditorio y se invita a todos los participantes a compartir vivencias e identificaciones con los sucesos del drama, evitando siempre los juicios críticos destructivos. La devolución compartida (retroalimenación) completa el efecto interterapéutico que persigue Moreno con el tratamiento grupal.
TÉCNICAS ACTIVAS
(López Barberá y Población, 1997; Filgueira Bouza et al., 2009)
DEFINICIÓN: Medios técnicos que, incidiendo sobre un sistema-escena, facilitan o promueven su cambio estructural. Técnicas psicodramáticas que inciden y ponen en juego la dinámica del sistema, llevándolo a una evolución (cambio paulatino) o revolución (crisis).
APLICACIÓN:
1. Valoración del momento del sistema en tratamiento: – percepción del nivel manifiesto/latente – captación del sistema como totalidad
2. Decisión sobre la introducción (o no) de una técnica: – ¿es el momento oportuno? – valoración del riesgo
3. Elección de una técnica concreta: – ¿qué se busca? – saber cómo actúa – dirigida a todo/parte del sistema
4. Propuesta técnica: – sorpresiva/advirtiendo/pidiendo permiso – a quién/quiénes se propone
5. Instrucciones o consignas, deben ser precisas y claras: – en el lenguaje – en el momento – en el sistema concreto
6. Desarrollo: – eslabonamiento y/o relación con otras técnicas – tempo – caldeamiento
7. Comentario: – en soliloquio – en grupo
PROPIEDADES:
1a Se suman el lenguaje verbal y no verbal.
2a El sujeto no relata algo sobre sí mismo sino que todo su ser habla por él.
3a Se establece una comunicación entre los planos racional, emocional y corporal, que se conectan en el aquí y ahora.
4a Pasado, presente y futuro se funden en un presente inmediato -el momento terapéutico- que elimina el tiempo cronológico y hace surgir el tiempo atemporal del psiquismo (“inmersión en el acto”).
5a El espacio deja de ser el longitudinal del relato para pasar a ser el tridimensional de la escena vivida.
6a La relación del protagonista con los otros miembros de su átomo social es revivida y observada en el aquí y ahora.
7a El “como si” de la acción establece un nexo fluído entre lo imaginario (“igual a”), lo real (“en si”) y lo simbólico (“como si”), suprime las barreras que les separan y los unifica en una nueva realidad más completa.
8a Hacen que se desmorone la defensa de la palabra, pues la obliga a compararse al lenguaje del cuerpo.
9a Las tensiones corporales defensivas son puestas al descubierto y traducidas en emoción y palabras.
10a El sujeto se convierte en el verdadero e inevitable protagonista de su labor terapéutica.
11a La acción por sí misma produce una movilización de los potenciales creativos del sujeto. Es el desarrollo de la espontaneidad creadora a través del juego no estereotipado (lo lúdico como creativo).
CLASIFICACIÓN:
1. Métodos Generales:
– Exploración sociométrica – sociograma
– Juegos y ejercicios (caldeamiento)
– Dramatizaciones grupales (psicodrama/sociodrama)
– Sociodrama
– Psicodrama Individual/Bipersonal
– Psicodrama Familiar/Pareja – Role-playing
– Entrenamiento de la espontaneidad
– Onirodrama/Re-entrenamiento del sueño
– Hipnodrama/Narcodrama
– Shock Psicodramático
– Autopresentación/Autorrealización
– Teatro Espontáneo/ Cinematografía Terapéutica
– Psicomúsica/Psicodanza
– Psicodrama Público/Teatro para la Resolución de Problemas
2. Técnicas elementales (se introducen en la práctica de los anteriores métodos):
– Soliloquio
– Cambio de Roles
– Doble/Doble Múltiple
– Espejo/Galería de Espejos
– Aparte
– Silla Vacía
– Roda Viva
– Interpolación de Resistencias
– Concreción Simbólica
– Técnicas Corporales
– Construcción de Imágenes
– Esculturas
– Objetos Intermediarios
– Multiplicación Dramática
– Proyección hacia el futuro
DESCRIPCIÓN DE ALGUNAS TECNICAS PSICODRAMATICAS:
1. Técnicas de puesta en escena: descripción de todos los personajes y elementos que intervienen en la escena, situándolos en el escenario. Debe hacerse de forma activa, facilitando la ‘entrada en situación’ vivencial y limitando el discurso verbal racionalizador. Para ello, existen recursos que estimulan la percepción sensorial: cambios de roles entre el protagonista y los ego-auxiliares, adopción de la postura física real de los personajes representados describiendo su indumentaria y características, manipulación de focos de luz de diferentes colores para crear el ‘clima’ más adecuado a los contenidos, producción de ‘efectos especiales’ desde el auditorio (sonidos, apuntes…), alusión a los datos relevantes del ‘momento’ (día-noche, estación del año, tiempo atmosférico, olores…), utilización de objetos intermediarios para representar elementos escénicos (mesas, sillas, cojines, alfombras, pañuelos, cubos…), etc.
2. Objetos intermediarios: utilización de objetos para canalizar la comunicación en intervenciones específicas (títeres, marionetas, máscaras, pintura, barro, globos, agua, velas, balones, cuerdas, pañuelos…), en los ejercicios de caldeamiento dirigido para la movilización del grupo, para la representación de elementos escénicos, y para la representación simbólica de elementos internos.
3. Autopresentación: presentación psicodramática del protagonista y los personajes de su átomo social.
4. Soliloquio: verbalización en forma de monólogo de las imágenes, ideas y vivencias evocadas en un momento escénico.
5. Aparte: congelación de una escena para una verbalización, señalización, o análisis breve puntual.
6. Doble: un ego-auxiliar (o el psicodramatista) se pone en el lugar del protagonista, verbalizando a su lado (o detrás de él) lo que éste no puede o se resiste a verbalizar.
7. Doble múltiple: dos o más ego-auxiliares doblan al protagonista representando diferentes facetas de éste en conflicto.
8. Espejo: un ego-auxiliar ocupa el lugar del protagonista, que sale de la escena, y reproduce fielmente la representación para que el protagonista pueda observar desde fuera su propia imagen.
9. Cambio de roles: dos sujetos intercambian sus papeles (A hace de B, y B hace de A), para aportar “insight” sobre las vivencias contenidas en el lugar del otro y destapar las incongruencias en la comunicación.
10. Concreción simbólica: representación de elementos abstractos o inaprehensibles en forma de objetos concretos manipulables, para facilitar el abordaje.
11. Escultura: representación gráfica con los propios cuerpos de una imagen relacional y las vivencias asociadas. Se puede esculpir la situación real, deseada o temida, en el presente, pasado y/o futuro de la relación.
12. Proyección hacia el futuro: representación escénica de la situación tal como se anticipa (teme o desea) que será en un futuro.
13. Multiplicación dramática: diferentes miembros del grupo intentan resolver la escena del protagonista a su manera. Deben ocupar el lugar del protagonista, y reproducir cómo se enfrentarían a esa misma situación.
14. Interpolación de resistencias: mediante indicaciones al ego-auxiliar, el director modifica la escena presentada por el protagonista de tal manera que éste tiene que enfrentarse a los elementos de la situación que habitualmente evita.
15. Silla vacía: un símbolo para dar cabida a personajes o elementos con los que el protagonista tiene que enfrentarse cuando no interesa o no es posible el uso de un egoauxiliar.
JUEGOS Y EJERCICIOS GRUPALES:
1. El parque: la sala es un parque donde cada miembro del grupo debe asumir un personaje (animal, humano, vegetal, mineral, objetos…) e interactuar desde el rol escogido. Sirve para la creación de relaciones en las etapas iniciales del grupo y para explorar los roles que asumimos en las situaciones sociales novedosas.
2. Personajes: se trata de hacer una autopresentación al grupo a través de un personaje imaginario en quien nos gustaría/temeríamos encarnarnos. Se pueden hacer las autopresentaciones sucesivas uno a uno, o bien asumir todos el personaje en una situación social imaginaria (fiesta, baile, excursión, campamento, viaje…), e interactuar espontáneamente. Sirve para el conocimiento mutuo y para la exploración de los roles psicodramáticos (de relación con la fantasía y con lo imaginario).
3. El viaje: se propone al grupo la realización de un viaje (en tren, en barco…) donde cada cual debe asumir un rol e interactuar espontáneamente. Sirve para la creación de relaciones y para comprometer a los participantes en una tarea común en las etapas iniciales del grupo, o para enfrentarse con temas concretos en etapas más avanzadas, como la separación, la despedida, el duelo, la dependencia, la proyección de futuro…
4. La tienda mágica: un mercader dispone de una tienda donde es posible adquirir cualquier cosa imaginable, material o inmaterial. Los miembros del grupo acuden a ella a pedir lo que más desean y prueban lo que se siente habiéndolo conseguido, pero a cambio deben pagar un alto precio, también material o inmaterial, que determinará el mercader. Este ejercicio permite la realización psicodramática de deseos, explora los roles psicodramáticos y confronta con la temática del esfuerzo.
5. El barco a la deriva: delicada situación en la que el grupo se encuentra en una lancha salvavidas tras un naufragio. La lancha está sobrecargada y existe el riesgo de un nuevo hundimiento. Hay que ensayar estrategias para salvarse (aligerar peso, echarse a nadar, buscarse ayuda…). Útil aunque arriesgado ejercicio para los momentos de crisis del grupo, que ofrece la oportunidad de ensayar roles diferentes para situaciones conflictivas. Refuerza la matriz grupal si el grupo ha entrado en riesgo de escisión, aunque también puede potenciar esta misma escisión si el grupo no logra elaborar estrategias conjuntas.
6. Cuento grupal: a partir de la consigna “Erase una vez…”, cada miembro del grupo -todos sentados en círculo y de espaldas- añade una frase a la anterior hasta completar entre todos un cuento que luego se representará. Existen variantes de este ejercicio construyendo la historia por medio de un cuadro pintado entre todos, un mural… etc. Cada cual debe explicar el sentido de su aportación e intentar vincularla con el resto. Se persigue el compromiso en una tarea común y sirve como técnica proyectiva de la latencia grupal.
7. Fantasía dirigida: todos recostados en postura cómoda, se someten a un ejercicio de relajación colectiva dirigida por el monitor. Una vez alcanzado el estado óptimo de relajación, el monitor sugiere a los miembros del grupo que se imaginen en una situación concreta (una playa, un jardín, como una flor o un determinado animal…). Cada cual debe identificar cómo es, qué hace y cómo se siente en dicha situación o en ese estado. Después, se comparten las experiencias individuales y se escoge una de ellas para la dramatización. Se trata de un ejercicio estructurado de caldeamiento para la movilización de las temáticas latentes y la elección de un tema de trabajo.
8. Drama asociativo centrado en un tema: los miembros del grupo hacen asociaciones libres (tormenta de ideas) en torno a un tema nuclear propuesto de antemano. De entre todas las sugerencias iniciales, se escoge un concepto representativo de la trama sobre el que vuelven a asociarse conceptos significativos. Estos nuevos conceptos se reducen, por eliminación de los menos pertinentes a la trama, hasta obtener un número de conceptos equivalente al número de participantes. Cada miembro del grupo asume uno de los conceptos, que le adjudica el grupo en función del grado de proximidad percibida entre ambos, y éste es el rol que debe representar. Se construye una “tabla relacional” (escultura) con todos los roles en el espacio y se ponen en marcha las interacciones desde la forma en que cada cual imagina su rol. Se puede comparar la situación final con la escultura inicial, para comprobar los contrastes entre la percepción propia y la ajena de los roles asignados. Finalmente, se discute sobre la identificación de los participantes con los roles y los sentimientos hacia los mismos, dando la oportunidad de clarificar las percepciones contrastadas. Esta metodología sirve para probar la armonización entre la percepción propia y la ajena, para desvelar ideas colectivas del grupo sobre la temática propuesta, para evidenciar las fantasías grupales sobre los roles, para desvelar los contenidos emocionales y simbólicos inconscientes y, en general, para confrontar al grupo con un tema especialmente relevante a la etapa evolutiva que esté atravesando.
9. Juegos con objetos intermediarios: en los caldeamientos dirigidos, se puede recurrir a la utilización de objetos y elementos diversos que facilitan la apertura de canales de comunicación:
– Títeres: cada participante escoge un muñeco e interacciona a través de ese personaje. O bien, el director interpela a los miembros del grupo desde distintos muñecos buscando reacciones. Con el mismo procedimiento, pueden emplearse marionetas, máscaras, disfraces, maquillaje…
– Música: ponemos distintos tipos de música y los participantes deben interactuar sin palabras, sólo a través del baile, intentando identificar los sentimientos y reacciones que les provoca cada nuevo ritmo. Se puede llegar a una dramatización colectiva de un tema sin palabras, emitiendo sonidos rítmicos y bailando (Drama Musical).
– Pintura: cada miembro del grupo hace su propio dibujo o pintura, explicando lo que le sugiere y lo que intentaba expresar. Se escoge uno para la dramatización. – Los Cuatro Elementos (Agua, Tierra, Aire y Fuego): un cubo de agua, arcilla o plastilina, un globo inflado y una vela encendida se ponen a disposición del grupo para que sus miembros jueguen e interactúen espontáneamente valiéndose de los elementos. Hay que explorarlos todos e identificar los sentimientos y reacciones que cada uno provoca.
10. Animales: cada participante se convierte en un animal concreto y se relaciona desde él con los demás. Se trata de trabajar con el mundo de los instintos y analizar la dinámica grupal que se suscita en una situación que se supone sin censura disciplinaria.
El tratamiento psicodramático de pacientes con trauma requiere algunas precauciones específicas (Kellerman, 2000).
Consideraciones iniciales: después de un hecho traumático, la vida ya no vuelve a ser la misma. Se termina la seguridad, la predictibilidad y la confianza. Tras el shock, se produce una especie de cortocircuito físico y mental, con alteraciones físicas, emocionales y cognitivas. Domina el miedo abrumador, la indefensión y la pérdida de control, rebelión, rabia, vacío y pérdida. Los pacientes son incapaces de olvidar. Las imágenes, emociones y demás contenidos expulsados de la conciencia permanecen en el cuerpo como sustancias extrañas en forma de manifestaciones psicosomáticas. Se produce una pérdida de espontaneidad (la capacidad para encontrar respuestas adecuadas) que afecta también a las relaciones.
El psicodrama intenta devolver la oportunidad de recordar, repetir y procesar los acontecimientos traumáticos. El proceso de recreación es terapéutico porque ayuda a reintegrar emocionalmente y procesar cognitivamente (reconocer) la pérdida abrumadora, y a desarrollar la espontaneidad que puede aliviar el impacto psicológico del trauma.
El tratamiento psicodramático enfatiza la multidimensionalidad de los sistemas implicados en toda experiencia traumática: emocionalorgánico- intrapersonal e interpersonal-social, constituyendo un enfoque de re- creación y reviviscencia de los acontecimientos traumáticos.
Aspectos terapéuticos:
Re-creación (dramatización, actuación).- las experiencias reprimidas del hecho traumático se re-crean y re-viven en un ambiente seguro. Volver una y otra vez sobre el acontecimiento traumático para verbalizar detalladamente recuerdos y sensaciones, y presentar en la acción lo que es imposible poner en palabras. Ventilar las experiencias traumáticas supone una liberación de la tendencia previa a reprimir el impacto emocional del acontecimiento.
Re-procesamiento cognitivo (toma de conciencia por la acción).- facilitar una nueva comprensión de lo sucedido y procesar los conflictos inconscientes que pueden estar conectados con el acontecimiento. Se trata de integrar la información conflictiva y construir nuevos significados de lo antiguo y lo nuevo, para dar sentido a un mundo que temporalmente ha perdido estructura y significado. Debido a la tendencia a disociar, suele ser muy necesario integrar la percepción en la consciencia por medio de la verbalización. Se realiza un esfuerzo activo por transformar el recuerdo puramente sensorial en una experiencia más integrada con una narrativa o “ historia personal” de lo sucedido.
Descarga de energía extra (catarsis emocional).- se permite la catarsis emocional para drenar los residuos emocionales del trauma. Los síntomas del trauma son el resultado de una respuesta biológica incompleta que se activa intensamente ante una amenaza y queda congelada en el tiempo. Descongelándola, esta respuesta se completa y el trauma se puede curar. Se descarga la energía residual del acontecimiento. Hay que incluir análisis de las resistencias, elaboración e integración.
Realidad extra (“como si”).- se introduce un elemento imaginario de “realidad extra” para ampliar la perspectiva sobre el mundo. Las escenas de “realidad extra” (aportaciones de las perspectivas de los auxiliares con nueva información) permiten deshacer lo que se hizo y hacer lo que hay que deshacer. El psicodrama puede transformar simbólicamente los escenarios de la vida trágica modificando el acontecimiento traumático y permitiendo una respuesta emocional diferente. El uso de la imaginación no persigue la distorsión de la realidad sino asimilar una realidad externa imposible por el fortalecimiento del mundo subjetivo de la persona traumatizada.
Apoyo interpersonal (tele).- se focaliza la afectación que ejerce el trauma sobre las relaciones interpersonales y los medios para prevenir el aislamiento. Necesidad de “brillar” y recibir apoyo y afecto. La experiencia de aprendizaje interpersonal reparador neutraliza el sentido alterado de la confianza, la seguridad y la “pertenencia a la raza humana”. El grupo ayuda en la reintegración social aportando un nuevo sentido de la seguridad, autoestima e intimidad; rompe con el aislamiento y ayuda a descubrir que las respuestas emocionales son compartidas por muchos otros que tienen experiencias traumáticas similares. Se pasa de víctima indefensa a superviviente que se enfrenta. Esta transformación se puede celebrar con rituales terapéuticos.
Rituales terapéuticos (magia).- para transformar el acontecimiento en una experiencia vital significativa. Presentaciones, exploraciones sociométricas, ejercicios grupales de autopresentación (roles psicodramáticos), puesta en común de contenidos (recipientes), contacto… Facilitan las transiciones en el ciclo vital y el ajuste a las nuevas circunstancias dentro de un marco estructurado. Aportan un sentido de seguridad y ayudan a expresar los sentimientos de manera simbólica.
Sociodrama de crisis.- en caso de trauma colectivo, para reajustar el equilibrio social. Principios universales de la “Madre Naturaleza”, rituales de la mitología, símbolos y narrativas.
Recomendaciones:
– Debido al riesgo de retraumatización y/o revictimización, y a las experiencias previas de pérdida de control y manipulación, se requiere un “estilo suave” de intervención, que reconozca las necesidades básicas: seguridad, contención y cierre.
– La sesión debe estar preparada (estructurada), se debe explicar lo que va a suceder en cada fase del proceso y hay que obtener el consentimiento de participación.
– Hay que aportar todo el control posible a las emociones expresadas en la escena (regulación emocional).
– Hay que seguir y no manipular al protagonista (“locus of control”, tiempo, ritmo…).
– Hay que adaptar las técnicas a las necesidades especiales y a los diferentes grados de indefensión aprendida: doble para contener emociones más que para facilitar la abreacción; espejo para tomar distancia de uno mismo y del acontecimiento temido cuando la situación es demasiado dolorosa y recuperar el control a través de “dosis tolerables de toma de conciencia” (ni negación extrema ni repetición intrusiva) y equilibrio entre tensión y relajación; está contraindicado el cambio de roles con los agresores (salvo que lo pida la propia víctima), sin antes haber tomado contacto con los propios sentimientos, y no forzar la comprensión o aceptación de los motivos del otro para no fomentar el sentimiento de culpa o la autoagresión.
– Hay que proporcionar un ambiente en el que las personas traumatizadas dejen de ser consideradas como objetos que se empujan, tiran y moldean a merced de fuerzas externas, logrando que se vean con un papel activo y responsable en la construcción de sus vidas y como co-terapeutas de su viaje hacia la resolución del trauma.
4. Perfiles de pacientes y formatos de tratamiento.
Encontramos distintos perfiles de pacientes, con características particulares e implicaciones de cara al tratamiento.
El primero de ellos es el paciente con historia de trauma reciente, sin antecedentes de problemas de trauma y apego en la infancia, por ejemplo, un accidente o un episodio aislado de violencia. En estos pacientes, abordar el trauma puede ser más sencillo, dado que una infancia sana aporta una fortaleza de base que representa un gran recurso. La aproximación al trauma dependerá únicamente de la intensidad emocional del suceso y del grado de evitación. El individuo ha de acercarse a la escena con suficientes elementos a su favor para que el terapeuta sepa que va a poder salir de ella. Esta confianza ha de estar de algún modo presente en el paciente. La retraumatización (que el paciente se quede, con el trabajo psicodramático, nuevamente enganchado en el trauma) es el mayor riesgo iatrogénico y han de ponerse los medios para evitarlo.
En segundo lugar, un trauma reciente prolongado, sobre todo interpersonal, cuyo principal ejemplo es la violencia de pareja, produce efectos más profundos en la personalidad del individuo. Aunque, en algunos casos, puede tratarse de traumas que se inician en la vida adulta, es muy frecuente que las personas que se ven en estas situaciones hayan vivido en su infancia problemas en la relación de apego temprana y sufrido algún tipo de maltrato o negligencia emocional o física. Esto nos crea un panorama más complejo. Sin embargo estos pacientes presentan una característica facilitadora del trabajo: un evento traumático grave está accesible a la conciencia y a la persona le resulta relativamente sencillo, incluso liberador, hablar de ello.
Un tercer grupo se caracteriza por síntomas disociativos más graves: trauma temprano y apego disfuncional son también la base de estos cuadros, pero el paciente tiene, en mayor o menor grado, una dificultad para darse cuenta de cómo esto influye en sus problemas actuales o incluso de que haya sucedido. Según Pierre Janet, la disociación es un trastorno de “no darse cuenta”. Estos pacientes tienen amnesia de sus experiencias traumáticas, o las recuerdan en un estado mental mientras que lo reviven dolorosamente en otros (González Vázquez, 2010). El mecanismo que mantiene los síntomas asienta en un conjunto de fobias, como la fobia central al trauma, la fobia a los contenidos mentales derivados del mismo, al cambio y a la intimidad.
Nuestro equipo trata de valorar la indicación de una intervención grupal específica en cada uno de estos subtipos de pacientes. El psicodrama suele abordar la experiencia grupal buscando más la heterogeneidad que la homogeneidad, planteando que la diferencia hace la terapia más enriquecedora. Como contrapartida, las características de estos pacientes hacen que lo que beneficia a un subtipo puede perjudicar y descompensar a otro (perfil emotivo vs. disociativo; técnicas abreactivas vs. técnicas de soporte). Las intervenciones en los trastornos de base traumática se caracterizan en gran medida por la estructura. El tratamiento psicodramático se basa en la espontaneidad y la creatividad. Partiendo de la hipótesis más conservadora (alto nivel de estructura con planificación de las sesiones), se experimenta con distintas intervenciones. Estas dos hipótesis (grupo homogéneo vs. grupo heterogéneo y estructura vs. ausencia de estructura) están siendo contrastadas en nuestra experiencia. La evaluación sistemática de las sesiones permitirá delimitar su adecuación. Hasta el momento, hemos trabajado con grupos mixtos (clínica traumática, disociativa y somatomorfa) y más homogéneos (un grupo para cada perfil), hemos trasvasado pacientes entre grupos durante el proceso cuando detectamos dificultades para la integración en la dinámica del grupo asignado, estamos experimentando con mayor y menor estructuración de la sesiones, y hemos incorporado un trabajo estructurado en grupos psicoeducativos (10 sesiones) previo a los grupos psicoterapéuticos (12 sesiones). Los resultados están siendo procesados y publicados periódicamente (Filgueira Bouza y cols.). Estamos contemplando la posibilidad de incluir un abordaje específico para trastornos de la personalidad.
En relación a la polémica sobre el riesgo de re- traumatización/revictimización y de desbordamiento emocional por identificación masiva en el grupo cuando el protagonista dirige el trabajo a la escena traumática del pasado, hemos revisado nuestras primeras experiencias con grupos de trauma y disociación, donde un abordaje del trauma en una etapa temprana del proceso grupal produjo reacciones temerosas e incluso ausencias o abandonos que podrían relacionarse con la intolerancia a dichas emergencias. Las recomendaciones en la postura más extendida y actual de los modelos de tratamiento del trauma aconsejan un trabajo de estabilización y refuerzo de bases, apoyos y recursos previo al abordaje de los contenidos traumáticos, y no favorecer la rememoración, la reviviscencia ni la abreacción. No obstante, también hay documentación que apoya la idea de que dicho riesgo aumenta si el terapeuta se muestra defensivo/temeroso al abordaje del trauma cuando es el deseo del protagonista. También sería contraproducente enmarcar un tema como tabú en un proceso terapéutico. En nuestros grupos, tratamos de manejar este dilema simultaneando la terapia grupal con la individual (o de pareja, familiar), de tal manera que los pacientes elaboran los contenidos más delicados aparte con el terapeuta, en las sesiones individuales (de pareja o familiares), cuando el grupo no se siente seguro de poder resistir el trabajo vicario con escenas traumáticas. Transmitimos el mensaje de que sí está permitido trabajar puntualmente con el pasado cuando resulte necesario, pero no es el objetivo. Nos centramos en el aquí- y-ahora del grupo y sus vidas actuales, en el aprendizaje de habilidades de manejo de sus dificultades presentes para procurarse un mejor futuro. Recordamos, ante todo, la norma de ir siguiendo al protagonista y al grupo, respetando sus ritmos y momentos propicios para cada tipo de trabajo. Existen diferencias individuales entre lo que pueden trabajar y resistir (vicariamente) en relación a sus perfiles (trauma temprano/reciente, prolongado/ puntual…) y el grado de desestructuración de las relaciones y la personalidad. (Por ejemplo, pacientes con trauma temprano grave o prolongado pueden necesitar darse permiso para no perdonar a sus progenitores/perpetradores y mantenerse alejados de ellos sin sentir culpa, mientras que los casos de trauma puntual en la edad adulta pueden mostrarse más tolerantes y predispuestos a mantener o reparar las relaciones). Realizar un buen manejo del caldeamiento y la sociometría en la dinámica grupal para seleccionar un emergente/protagonista adecuado en cada sesión, aporta más garantías sobre un trabajo terapéutico seguro y con beneficios. Aun así, dada la enorme fragilidad de este tipo de pacientes, hay que estar prestando especial atención en todo momento a lo que ocurre en el auditorio durante las escenas y conteniéndolo.
5. Psicoterapia integrativa: elementos en el proceso terapéutico.
En el tratamiento del trauma, se ha pasado desde un abordaje centrado en el trauma a trabajar en la estabilización previa del paciente antes de abordar los contenidos traumáticos (Guías Clínicas de la ISSTD, 2000). Han de reforzarse las bases en distintas áreas para que esté en condiciones de afrontar la siguiente etapa. Ha de tener suficiente fortaleza para afrontar los capítulos más complejos de su historia, o se corre el riesgo de que el tratamiento resulte desestabilizador.
El proceso terapéutico se ha estructurado en fases (Van der Hart, Horowitz, Pérez Sales, Van der Kolk…):
1º) refuerzo de bases (alianza terapéutica segura, estructura, recursos, apoyos),
2º) estabilización (reducción de síntomas),
3º) abordaje del trauma (revisión de los recuerdos traumáticos, la biografía y la cultura familiar), y
4º) reintegración y rehabilitación (reaprendizaje, desarrollo de habilidades, resolución).
Con los siguientes objetivos: recuperar el equilibrio emocional, procesar el significado del evento traumático, reestructurar la identidad y las relaciones, integrar la experiencia emocional en el conjunto de la narrativa vital (Horowitz, Griffith…).
En nuestros grupos desarrollamos las siguientes áreas de trabajo:
– Psicoeducación.- documentación sobre el problema y aprendizaje de pautas básicas de manejo.
– Autocuidado.- defensas, apoyos, resiliencia, desarrollo de recursos y habilidades, espontaneidad.
– Regulación emocional.- contenidos bloqueados, simbología de la somatización, disociación (interferencias, desconexión, defensas, límites), expresión/ contención, tensión/relajación. Presente, pasado y futuro.
– Relaciones interpersonales.- reafirmar la verdad subjetiva sin cuestionamientos en ambiente de apoyo, aprecio y contención; prevención del aislamiento, desarrollo de la confianza, espontaneidad. Este es nuestro plan de sesiones con psicodrama:
Este es nuestro plan de sesiones con psicodrama:
SESIÓN | TAREAS |
1 | Presentaciones. Normas y objetivos del grupo.
Iniciación a la metodología activa: ejercicios de exploración del espacio, movimiento y contacto. |
2 | Construcción de relaciones: exploraciones sociométricas y
juegos de presentación de roles en diferentes contextos con títeres (“a veces soy”).
|
3 | Técnicas de regulación emocional y ampliación de conciencia: ejercicios de relajación y meditación guiada (mindfulness). |
4 | Trabajo con la imagen, el co-inconsciente y la co-producción de recursos (dibujo en espejo progresivo). |
5 | Trabajo con los deseos, los límites, las expectativas, el esfuerzo personal, los recursos y el logro (“la tienda mágica”). |
6 | Exploración de recursos naturales con símbolos colectivos (“los cuatro elementos: agua, tierra, aire y fuego”), su aplicación en el lugar de la queja (“mi defensa favorita”). |
7 | El Juego de la Oca I: símbolos del recorrido vital (dónde me encuentro, a dónde me dirijo, qué busco, colaboración hacia la meta). |
8 | El Juego de la Oca II: profundizar en significados individuales y cambios de etapa (dibujos de roles rechazados-aspectos positivos, reciclaje de roles, tránsito, carrusel de personajes con títeres). |
9 | Reconstrucción: cooperación grupal en crisis y fortalecimiento de la confianza (“el barco a la deriva” o “rehabilitar un edificio”), familia fantaseada. |
10 | Cambio (“plantilla de futuro”): mapa de recursos, escenas temidas y dominio de situaciones con los recursos desarrollados, ampliar perspectivas y habilidades de manejo en multiplicación dramática. |
11 | Rematrización (“la nueva oportunidad”): entrenamiento estructurado de la espontaneidad y los roles, el equipo presenta situaciones para la improvisación con las dificultades, apoyos y recursos identificados en el proceso grupal. |
12 | Cuento grupal, proyección al futuro (esculturas pasado-presente-futuro), balance y despedidas. |
Muchos autores han argumentado los efectos del trauma sobre el desarrollo y la comorbilidad en salud mental. En nuestro programa, estamos constatando esta influencia y admitiendo pacientes con larga evolución y mala respuesta a los tratamientos recibidos en las consultas de referencia, con la variabilidad en las manifestaciones clínicas documentada en la bibliografía, y con historia traumática. Veamos los elementos más relevantes que nos sirven como hilo conductor entre los diferentes enfoques revisados para su integración con la terapia psicodramática:
ENFOQUE | PSICODRAMA |
Teoría del Apego (Bowlby y Ainsworth):
La transmisión intergeneracional de la seguridad en el apego (Oliva Delgado, 2004). |
Matriz de Identidad
Teoría de la Espontaneidad Teoría de Roles Teorías de Escenas |
Modelos del Trauma, terapia en fases:
La elaboración del duelo por los padres que el paciente nunca tuvo, el apego con el perpetrador (Ross). El aprendizaje de acciones mentales y conductuales efectivas que permitan la resolución de la disociación estructural, enfrentando el tema pendiente de los residuos perseguidores de los recuerdos traumáticos, alcanzando la capacidad integrativa y logrando una mejor adaptación, al satisfacer las demandas de la vida diaria por medio de herramientas que hacen el tratamiento tolerable (Van der Hart y cols.). |
Role-Playing
Dramatizaciones Psicodrama del duelo |
Aprendizaje social-vicario (Bandura) | Tele, Átomo Social, Sociometría
Identificación, eco del auditorio Aprendizaje vicario Interterapia Role-Playing Sociodrama Ritos, símbolos, juegos y ejercicios grupales Multiplicación dramática Proyección hacia el futuro |
Enfoques Psicodinámicos, Cognitivo-Analíticos, Interpersonales, Humanistas, EMDR y Mindfulness:
La multiplicidad del self, disociación y trabajo de integración (Ribot, Janet, Jung, Watkins, Mirapeix Costas, González Torres, Benjamin, Pos&Greenberg, Castro Soto, Mosquera Barral, González Vázquez, Mañas…). |
Insight y Catarsis de acción e integración
Realidad extra Silla Vacía Concreción simbólica Técnicas corporales, respiración y relajación guiada Objetos intermediarios Escultura, soliloquio, aparte, cambio de roles, doble, doble múltiple, espejo, galería de espejos, construcción de imágenes Multiplicación dramática |
Terapia Narrativa Constructivista:
La identidad narrativa del sí-mismo-en-relación (Rodríguez Vega, Fernández Liria y Bayón, 2005). Los síntomas anclados en dilemas inexpresables en las narrativas críticas de la vida sociofamiliar del paciente que contribuyen a perpetuarlo. La somatización como idioma corporal cuando se prohíben las expresiones verbales de la emoción; las posturas emocionales en el cuerpo, preparado para una acción que nunca llega (interacción espontánea vs. defensa: tranquilización, orientación, contacto, movilización, hipervigilancia, replegamiento, entrampamiento, bloqueo, huida, ataque, rebelión…). La narrativa como trama, con unos personajes y un escenario, que puede ser reescrita con un método donde el paciente es el autor de su historia y las estrategias terapéuticas se dirigen a la reescritura de los relatos vinculantes: actuación de un drama social, que se puede recomponer y |
Hombre-creador, autor de su vida e historia
Cuento grupal Re-creación de escenas Técnicas corporales Objetos intermediarios Escultura, soliloquio, aparte, cambio de roles, doble, doble múltiple, espejo, galería de espejos, construcción de imágenes Interpolación de resistencias Maximización de la expresión y el rol Expansión, extensión y sustracción del rol Role-Playing Multiplicación dramática Proyección hacia el futuro |
transformar en una versión benigna, con cambios de puesta en escena, de personajes o de libreto, y de marcadores contextuales, por expansión temporal, por cambio de reparto, por alteración de la selección de sucesos en que se basa el argumento narrativo, o desenmascarando la influencia de los usos sociales (Griffith, 1996). | |
Terapia Transgeneracional:
La liberación de la repetición compulsiva de patrones por la toma de conciencia de la lealtades familiares invisibles y el refuerzo de los legados positivos; protagonista-autor (Schützenberger, Maciel…). |
Hombre-creador, autor de su vida e historia
Realidad extra, auxiliares incógnitos Átomo familiar, Genosociograma Re-creación de escenas Objetos intermediarios Técnicas corporales Escultura, soliloquio, aparte, cambio de roles, doble, doble múltiple, espejo, galería de espejos, construcción de imágenes Mitos, ritos, símbolos Coro griego |
Terapia Sensoriomotriz:
La modulación de la activación (regulación emocional) y la recuperación de la confianza en las relaciones, superando las secuelas de las primeras experiencias de socialización y de vinculación con antecedentes de desatención grave, abusos y experiencias fallidas de apego, aprendiendo a experimentar y ejecutar acciones físicas defensivas directas que emergen espontáneamente de la observación de la experiencia corporal relacionada con el trauma (sentido somático del yo), con el resultado de una reorganización consciente e inconsciente de los traumas del pasado, modificando la manera de responder (cognitiva, emocional y física) en la vida presente y la perspectiva sobre el futuro (Ogden y cols.). |
Expresión corporal
Técnicas corporales Maximización de la expresión y el rol Expansión, extensión y sustracción del rol Objetos intermediarios Escultura, soliloquio, aparte, cambio de roles, doble, doble múltiple, espejo, galería de espejos, construcción de imágenes Multiplicación dramática Proyección hacia el futuro |
Descripción del proceso: Desde los modelos de los estados del yo (Watkins, Mirapeix…), analizamos los esquemas de experiencia interna con que funcionamos en situaciones de riesgo (vs. seguridad en Porges), las tendencias de respuesta características emitidas para la autodefensa y supervivencia (ataque, huída, bloqueo… vs. contacto espontáneo), posturas emocionales y ligaduras corporales (Maturana, Griffith, Ogden) consolidadas a partir del tipo de apego (Bowlby), roles y pautas vinculares, escenas-matriz, y posibles estereotipias disfuncionales desarrolladas en la historia del individuo, configurando su autoconcepto e identidad (Moreno, Bustos…). Recurrimos a la terapia EMDR (en formato individual y grupal) para activar la conciencia, desbloquear e integrar contenidos excluidos que necesitan abordarse en el momento oportuno del proceso, asociada con técnicas de respiración, relajación y mindfulness para desarrollar dicha conciencia, la atención al momento presente y el contacto con el cuerpo en posturas de tranquilidad. Con los enfoques sistémicos narrativos y transgeneracionales (Nagy, Zeigarnick, Hildgard, Schützenberger, Maciel), en sesiones individuales y/o familiares y de pareja paralelas al grupo (para prevenir el desbordamiento emocional por identificación masiva), revisamos las consignas y encomiendas que ha transmitido la familia, cómo estas lealtades, los secretos y los dilemas inexpresados (Griffith) comprometen el cuerpo y la interacción. Buscamos el significado transgeneracional de los síntomas, obteniendo información sobre los roles y cuotas de poder en la familia. Con el trabajo corporal de análisis (escaneo), registro y maximización de posturas emocionales, tratamos de fomentar la toma de conciencia sobre la expresión somática (su dinámica y significado), entrenando alternativas de acción-emoción (posturas emocionales) menos dolorosas y más adaptativas (terapia sensoriomotriz de Ogden, psicodrama). Poder desvelar y elaborar estas experiencias en un espacio seguro de contención permite liberar la expresión sin temor a las consecuencias punitivas del pasado, desatar los vínculos perniciosos, sobreponerse a la fatalidad (repetición de la historia, síndrome del aniversario…), desligar los síntomas somatizados y aprender otros modos de expresión, interacción y afrontamiento en el presente y hacia el futuro (construcción de una nueva narrativa en un dialogo terapéutico de colaboración, re-construcción y co-construcción de escenas). Realizar este entrenamiento en grupo psicodramático aporta simultáneamente la oportunidad de un re-entrenamiento activo de la confianza, las relaciones interpersonales, nuevos roles (diagramas de roles, átomos sociofamiliares, role-playing), a partir de modelos referentes/ resilientes (aprendizaje vicario), la recuperación de la autoestima, en la medida en que se elaboran las pérdidas (abandonos) y la culpa (autocrítica), y de la funcionalidad, al obtener logros por la identificación, desarrollo y utilización de apoyos y recursos. Todo ello representa un funcionamiento más integrado y eficaz.
En otro lugar (Filgueira Bouza, 2012), he denominado a este enfoque “Narradrama Transgeneracional”: psicodrama psicocorporal narrativo constructivista transgeneracional (la v.o. del narradrama es una integración de dramaterapia, terapia narrativa y artes creativas, Dunne&Rand, Drama Therapy Institute of Los Angeles. 2006).
6. Trauma Vicario: el cuidado del terapeuta
El trabajo con el trauma es emocionalmente intenso y demandante para el terapeuta, que debe mantenerse protegido contra los riesgos específicos de la profesión y actualizado en las habilidades necesarias.
El Trauma Vicario (TV) es una forma de trauma en la que los relatos de los pacientes sobre experiencias traumáticas actúan como factor estresante traumático para los clínicos.
Harrison y Westwood (2009), en un estudio sobre TV en terapeutas, afirman que los esfuerzos de los profesionales por evitar o resistir la intensidad de los relatos traumáticos de los pacientes pueden ser contraproducentes. Del mismo modo que los individuos traumatizados deben integrar la experiencia traumática en su identidad y su historia personal, en lugar de escindirse, los clínicos tienen que beneficiarse de aceptar su relación profesional con el material traumático de los pacientes en lugar de intentar distanciarse de este aspecto de su trabajo. La “empatía exquisita” puede facilitarlo porque implica una conexión mutuamente curativa, en la que el paciente y el clínico se benefician por igual del cuidado bien delimitado y ético del paciente por el clínico. Los clínicos que se involucran con “empatía exquisita” aseguran sentirse fortalecidos en lugar de debilitados por sus conexiones íntimas profesionales con los pacientes traumatizados. El hallazgo de que la involucración empática resulta una práctica protectora cuestiona las conceptualizaciones previas sobre la etiología e inevitabilidad del TV, que la consideraban un factor de riesgo, abriendo nuevas vías de investigación, teoría, formación y práctica. Se impone plantear el imperativo ético, compartido por los cuerpos de empleadores, formadores, profesionales y clínicos individuales, de crear el tiempo y el espacio necesarios para atender el TV por medio de: supervisión regular (en el contexto de una relación de supervisión de apoyo); redes de apoyo social y de iguales; equilibro entre la vida personal y el trabajo; autocuidado holístico (incluyendo terapia personal); y auto-conciencia plena dentro y fuera del lugar de trabajo.
TRAUMA VICARIO: PRÁCTICAS PROTECTORAS
Neutralizar el aislamiento en todas las esferas de la vida: profesional, personal y espiritual, por medio de supervisión, apoyo de iguales, formación continua, alternancia de responsabilidades profesionales y apoyo organizacional. La intervisión (supervisión en grupo de iguales) favorece la autoconciencia, disminuye la vergüenza en relación a los síntomas de TV y refuerza el compromiso con las prácticas de autocuidado necesarias. Esto contribuye a mantener relaciones sanas y equilibro en la vida personal en situaciones de sobrecarga. A su vez, las relaciones personales sostienen los esfuerzos profesionales. Tener diferentes roles profesionales (combinación de práctica directa, docencia, supervisión y/o administración) aporta el contacto con una comunidad más amplia, facilitando un sentido de interconexión y esperanza renovada. La conexión con la esfera “espiritual”, de significado más amplio, contribuye a neutralizar el aislamiento y la desesperación. Reconforta la creencia de no estar solos en nuestros esfuerzos y de que no son en vano. El tiempo en contacto con la naturaleza constituye un importante aspecto del sentido de conexión espiritual.
Desarrollar conciencia plena. La práctica del “mindfulness” (atención presente centrada en cada cambio de la mente, el cuerpo y el entorno) integrada en la vida diaria contribuye a desarrollar la paciencia, la presencia y la compasión. Respirar conscientemente y redirigir la atención a la experiencia incorporada del aquí-y-ahora ayuda a permanecer en calma, centrados y afianzados, ganar ecuanimidad y mantener la esperanza frente al sufrimiento. Fortalece la capacidad para comprometerse con las prácticas protectoras descritas.
Ampliar conscientemente la perspectiva para aceptar la complejidad. Al verse atrapados en la desesperación, hay que ampliar la perspectiva: autoinstrucciones, imaginación, tiempo en la naturaleza, humor, interacciones con personas de otras líneas de trabajo para confrontar las cogniciones negativas, aceptar la complejidad y contrarrestar la “perspectiva sesgada” sobre el mundo… Se trata de aceptar la inevitabilidad del dolor y el sufrimiento junto con el potencial de belleza, disfrute y desarrollo en la vida. Las experiencias devastadoras también pueden ser generativas; el dolor y la transformación positiva pueden coexistir. Las experiencias vicarias de desarrollo postraumático en los pacientes enriquecen, profundizan y fortalecen a los clínicos tanto como las experiencias personales de trauma y desarrollo posterior. Esta perspectiva ampliada produce apertura a lo desconocido y mantiene la esperanza.
Optimismo activo. La creencia de que las personas se pueden curar es central para la disposición positiva que subyace al fenómeno de los clínicos que se manejan bien en el trabajo con pacientes que han sufrido acontecimientos traumáticos graves. La idea es una orientación positiva global que se traduce en una capacidad para mantener la fe y la confianza en: a) un “self” suficientemente bueno; b) el proceso de cambio terapéutico; y c) el mundo como lugar de belleza y posibilidades, a pesar y además del dolor y el sufrimiento (los tres aspectos suelen estar destrozados por la experiencia de trauma). Aparece una dinámica circular: la capacidad para mantener la esperanza y la fe en que las cosas mejoran está en la base de las prácticas protectoras que, a su vez, sirven para renovar la esperanza y la confianza, y equivale al optimismo con la conciencia puesto en acción. Los problemas son resolubles. Cuando el alcance de un problema es demasiado grande, hay que considerar qué pequeña parte se puede abordar. Hay que reforzar la autoconciencia para reconocer cómo nos afecta el trabajo, y determinar qué es lo que hay que hacer. Hay que desarrollar conscientemente un plan o un conjunto personalizado de estrategias para neutralizar el TV y recomendar a otros terapeutas que hagan lo mismo.
Autocuidado holístico. La aproximación holística al autocuidado es crucial para mantener el bienestar personal y profesional en todos sus aspectos: físico, mental, emocional, espiritual y estético (producir belleza deliberadamente). Proporciona equilibro y “clausura”. Es renovador y da una mayor presencia en las relaciones personales y profesionales. Es recomendable la terapia personal. Hay implicaciones éticas: si no nos cuidamos, corremos el riesgo de dañar a otros. El cuidado de cuidadores es una prioridad en la asistencia sanitaria y campos relacionados.
Mantener fronteras claras y respetar los límites. Mantener fronteras claras y consistentes en los múltiples ámbitos de la interacción es útil para los pacientes y protector para los terapeutas. Esto supone:
– reconocer los propios límites, incluyendo la vulnerabilidad personal al TV.
– desarrollar estrategias para separar el trabajo y la vida personal (a nivel físico y psicológico): dejar los libros profesionales en el despacho, limitar el tiempo empleado en informar a la pareja, no trabajar el día del cumpleaños, tomarse tiempo libre para viajar…
– límites en la esfera de influencia: evitar relaciones duales, reconocer que, como terapeutas, no somos responsables de los cambios en la vida de los pacientes, tener expectativas realistas sobre el yo, el otro y el mundo, sin confundir lo ideal con lo real y lo probable… El cambio implica responsabilidad individual.
– fronteras claras entre la empatía y la simpatía: ser sensibles a los pacientes (estar sintonizados) sin llegar a la fusión emocional o a confundir de cualquier otra forma los sentimientos y experiencias de los pacientes con los propios; mantener fronteras interpersonales firmes suficientemente permeables para permitir la experiencia de la conexión íntima en el contexto de una relación profesional centrada en el presente, sin perder la perspectiva personal; atención a las resonancias personales con las historias de los pacientes que pueden requerir supervisión o terapia personal para mantener la claridad y un buen manejo; visualizaciones y rituales personales para permanecer plenamente presentes, conectados y empáticos, pero diferenciados y protegidos en el rol sensible (sintónico), manteniéndonos como testigos cuidadosos del relato de la experiencia traumática, cuando aparecen contenidos perturbadores (p.ej., metáfora de la puerta como pantalla <el terapeuta> y el viento <material traumático> pasando a través).
Empatía exquisita, esto es, involucración con discernimiento, altamente presente, sensible, con límites claros y sentida. Un hallazgo inesperado: la involucración empática con los pacientes refuerza más que debilita (solía considerarse como factor de riesgo más que una práctica protectora). Si se mantiene la claridad en los límites interpersonales y se puede tener cercanía sin fusión o confusión de la historia, las experiencias y la perspectiva de los pacientes con las propias, esta clase de sensibilidad empática exquisita es nutritiva y sostiene por igual al terapeuta y al paciente, en parte porque los terapeutas reconocen que es beneficiosa para los pacientes. Así, la capacidad para establecer una alianza terapéutica profunda e íntima basada en la presencia, el interés sentido y el amor es un aspecto importante del bienestar y la satisfacción profesional.
Satisfacción profesional. La satisfacción proviene de la efectividad en el trabajo, lograr una contribución significativa con los esfuerzos profesionales, y tener una alta cualificación (ser muy habilidoso) en la tarea. Las vidas se ven ampliadas y enriquecidas con el trabajo. Se siente como un privilegio extraordinario ayudar a personas con experiencia de trauma, lo que sostiene los esfuerzos profesionales. Las culturas de las organizaciones y los estilos de gestión que valoran la pericia del terapeuta y se hacen cargo de una mayor autonomía profesional contribuyen en mayor medida a la satisfacción profesional.
Crear significado. Se refiere a la importancia de la capacidad para crear o percibir significado, más allá de los acontecimientos concretos, al margen de la creencia en una bondad universal superior; un propósito superior transcendente inaprensible; compromiso con la familia, el trabajo y/o la comunidad; o un sentido de la interconexión con los esfuerzos de otros con continuidad temporal. Remite a la idea de neutralizar el aislamiento en la esfera espiritual. Ayuda a contextualizar y reducir la amenaza del trauma.
Videos y Enlaces de meditación/relajación
http://www.youtube.com/watch?v=1dt9eL2rmSY
944 Meditación profunda ballenas
http://www.youtube.com/watch?v=6m4iJPhFij4
959 Música de relajación delfines y ballenas
http://www.youtube.com/watch?v=tF0bcyPqtW4
703 Música reconexión ballenas, relajación meditación parte 1
http://www.youtube.com/watch?v=Pt0QlcRrmRE
700 Música reconexión ballenas, relajación meditación parte 2
http://www.youtube.com/watch?v=NtxE_7OHkT8
447 Relajación y equilibro con delfines, meditación guiada
http://www.youtube.com/watch?v=A-hznkEE4QY
301 Osho Los 10 Mandamientos
http://www.youtube.com/watch?v=l6gtFEJLw1Q
2008 Meditación según Osho
http://youtu.be/_mJZk9IsoUs
5622 Osho Sanar el cuerpo con la mente
http://www.youtube.com/watch?v=FxySS236bHY
549 Meditaciones en Movimiento
http://www.youtube.com/watch?v=TtG6jHJW1nU
1001 Cuencos Tibetanos
http://www.mindfulness-solution.com/DownloadMeditations.html
Siegal
http://nirakara.org/
Nirakara Mindfulness and Yoga Institute
http://www.puntadecouso.com/principal/entre_corrientes.htm
Centro Punta de Couso CD
Portnoy (1996), ha elaborado una guía de auto-ayuda para las variantes del estrés ocupacional en psicoterapeutas y profesionales de ayuda. Existen causas externas de estrés, contenidas en las variables del entorno laboral, y causas internas de estrés, radicadas en las creencias y características de personalidad que proceden de influencias familiares, socavan la capacidad de autocuidado y resultan en sobreimplicación en el trabajo (y, por tanto, desgaste). En la guía se detallan las características de las personalidades vulnerables (hiperresponsabilidad, sobreinvolucración con el trabajo, autovaloración basada en logros, orientación al exterior, negligencia ante las necesidades personales, autosuficiencia, intolerancia de la discordia…), y los escenarios familiares que favorecen prácticas de riesgo (falta de predictibilidad, menores adultos, familiares discapacitados, problemas de límites, roles estereotipados, transmisión de normas y expectativas…). Se facilita un instrumento de evaluación y un programa de autocuidado.
SÍNTOMAS DE FATIGA POR COMPASIÓN
Emocionales
Impotencia Anisedad y miedo Culpa y culpa del superviviente Rabia Tristeza y depresión Alta Sensibilidad |
Cognitivos
Baja Concentración Apatía Rigidez Minimización Preocupación con el acontecimiento traumático |
Interpersonales
Aislamiento Desconfianza Replegamiento Aumento de conflictos con otros Disminución del interés por el sexo o la intimidad |
Conductuales
Malhumor Irritabilidad Replegamiento Hipervigilancia Negativismo Fatiga |
Somáticos
Tasa cardíaca elevada Sudor Dolores y malestar digestivo Jaqueca Alteración del sistema inmunológico |
Rendimiento laboral
Baja moral Baja motivación Desapego Obsesión por los detalles Absentismo |
EVALUACIÓN DE NECESIDADES DE AUTOCUIDADO
Lee las 40 afirmaciones que se presentan a continuación y marca el número que mejor te describa en tus actuales circunstancias. Respuestas: 1= Muy cierto 2= Relativamente cierto 3= Raramente |
1. Cuando la gente se muestra preocupada, intento suavizar las cosas ____
2. No soy capaz de escuchar los problemas de otros sin intentar resolvérselos o eliminar su sufrimiento ____ 3. Mi autovaloración está determinada por la percepción que los demás tienen sobre mi ____ 4. Cuando enfrento conflictos, siento que tengo la culpa ____ 5. Me siento culpable cuando los otros se muestran decepcionados por mis actos ____ 6. Cuando cometo un error, tiendo a ser extremadamente crítico conmigo mismo: me cuesta perdonarme ____ 7. No suelo saber cómo quiero que me traten los demás ____ 8. Con frecuencia tengo dificultades para decir a los demás cómo me gusta que me traten ____ 9. Mis logros definen mi autovaloración ____ 10. Siento ansiedad en la mayor parte de las situaciones de confrontación ____ 11. En las relaciones, me resulta más fácil “dar” que “recibir” ____ 12. Puedo centrarme tanto en alguien a quien estoy ayudando que pierdo de vista mis propias percepciones, intereses y deseos ____ 13. Me cuesta expresar sentimientos de vulnerabilidad ____ 14. Cometer errores significa que soy débil ____ 15. Es mejor pasar desapercibido ____ 16. Es importante aliviar a las personas ____ 17. Es mejor no necesitar a los demás ____ 18. Si no puedo resolver un problema, me siento fracasado ____ 19. Suelo sentirme “utilizado” al final del día ____ 20. Con frecuencia me llevo trabajo a casa ____ 21. Puedo pedir ayuda pero solo si la situación es grave ____ 22. Soy propenso a sacrificar mis necesidades para agradar a otros ____ 23. Cuando me enfrento con la incertidumbre, siento que se puede perder totalmente el control de las cosas ____ 24. Me siento incómodo cuando los demás no me consideran fuerte y autosuficiente ____ 25. En las relaciones íntimas, me vuelco en personas necesitadas o que me necesitan ____ 26. Tengo dificultades para expresar una opinión diferente ante un punto de vista opuesto ____ 27. Cuando digo “no”, me suelo sentir culpable ____ 28. Cuando las personas allegadas se distancian de mi, siento ansiedad ____ 29. Al escuchar los problemas de alguien, considero más sus sentimientos que los míos ____ 30. Tengo dificultades para afirmarme y expresar mis sentimientos cuando alguien me trata de forma insensible ____ 31. Siento ansiedad cuando no estoy ocupado ____ 32. Creo que está mal expresar resentimiento ____ 33. Me siento más cómodo dando que recibiendo ____ 34. Siento ansiedad cuando pienso que he defraudado a alguien ____ 35. El trabajo domina una buena parte de mi vida ____ 36. Da la impresión de que trabajo más y rindo menos ____ 37. Me siento más valioso y vivo en situaciones de crisis ____ 38. Tengo dificultades para decir “no” y poner límites ____ 39. Mis intereses y valores se basan principalmente en lo que los otros esperan de mi más que en mis propios valores ____ 40. Las personas confían en mi para recibir apoyo ____ |
Si puntúas 1 (Muy cierto) en más de 15 ítems, es hora de considerar temas de autocuidado. Considera el impacto que tus creencias, identificadas al cumplimentar este cuestionario, tienen sobre tu vida personal. Considera y escribe las consecuencias que tiene en tu vida el hecho de mantener cada una de estas creencias. Recuerda que es importante revisar periódicamente tu autocuidado junto con tus necesidades y planes de acción para satisfacerlas. |
Copyright 1996: Dennis Portnoy, from OVEREXTENDED AND UNDERNOURISHED: A SELF-CARE GUIDE FOR PEOPLE IN HELPING ROLES. All rights reserved. Individuals may print this material for personal use only. Written permission is required for any other reproduction. |
PROGRAMA DE AUTOCUIDADO
Consejos de Autocuidado:
* Evaluar y rebajar tu nivel de autoexigencia como cuidador.
* Reconocer tus limitaciones y conocer tu nivel de tolerancia.
* Identificar y conocer la contribución positiva que realmente haces a las personas a las que sirves.
* Realizar actividades que no impliquen pensamiento conceptual y no tengan nada que ver con el trabajo, como actividades artísticas, físicas o en la naturaleza.
* Hacer descansos y no sobrecargarse.
* Pasar tiempo con los amigos y la familia.
* Escribir diariamente en una revista.
* Bajar el ritmo y hacer tiempo para estar en soledad.
* Buscar supervisión para los clientes difíciles
* Estar dispuesto a limitar los clientes cuyas historias particulares de trauma te pueden resultar difíciles de procesar.
* Considerar la posibilidad de incorporarse a un trabajo de servicio social en otros terrenos como consultoría/asesoramiento, enseñanza o investigación fuera de los confines de tu despacho o institución.
* Si trabajas en una institución, intenta conseguir que los clientes más tóxicos se distribuyan por igual en el equipo.
* Haz otros tipos de trabajo psicológico como asesoramiento, formación e investigación fuera de los confines de tu despacho.
Cuidarte implica atender a los diferentes aspectos de tu vida. Reflexiona sobre esto considerando las siguientes categorías:
AUTOCUIDADO EMOCIONAL
Poner límites, tomarse tiempo libre, pasar tiempo con personas en las que confías para el apoyo emocional y a quienes puedes revelar aspectos de ti mismo que no son competentes o fuertes. Valora cómo te tratas cuando cometes errores o no cumples tus expectativas o las de otros.
FÍSICO
Hacer ejercicio regularmente, dormir bien, dieta sana, revisiones médicas.
FINANCIERO
Planificar la jubilación, inversiones, administrar el presupuesto
ESPIRITUAL
Afiliaciones religiosas, meditación, actividades artísticas y tiempo en contacto con la naturaleza. Ahora diseña un plan de autocuidados. Evalúate (niveles de estrés, burnout, trauma… y necesidad de autocuidado). Identifica tus creencias y supuestos nucleares. Considera las consecuencias de mantenerlos en tu vida personal y profesional. Evalúa cómo reforzaron tus padres y profesores dichas creencias y supuestos (ejercicio de las expectativas). Lee los consejos de autocuidado y diseña un plan pensado específicamente para satisfacer óptimamente tus necesidades personales y profesionales. Asegúrate de que incluye todas las categorías para garantizar tu bienestar Emocional, Físico, Financiero y Espiritual. Buena Suerte.
El trabajo con los roles profesionales pasa por un planteamiento de autocuidado o terapia de los terapeutas que incluye el trabajo con su biografía y sus relaciones familiares y sociales. Partiendo de la vivencia, compartida por los profesionales de ayuda, de “llevar demasiado tiempo haciéndose cargo de otros, y necesitar que alguien se haga cargo de uno”, y otros conflictos profesionales de los psicoterapeutas, proponemos el estudio del rol profesional y la cadena histórica de escenas encadenadas hasta llegar a la matriz de los roles actuales. Aparecen escenas de relación con las figuras parentales y otros personajes significativos de la biografía personal, desvelándose heridas y corazas que parecían superadas. Se identifican las sobrecargas emocionales enmascaradas, encontrando paralelismos entre la experiencia individual, familiar, social y profesional. Se reconoce la necesidad de atención, cuidados, ayuda del cuidador para preservar su capacidad y rendimiento. La resistencia a admitir dicha necesidad tiene que ver con las expectativas y demandas de los roles y contrarroles, deseabilidad social, dificultad para enfrentar las propias debilidades, limitaciones, necesidades… Se recomienda la supervisión (o intervisión) y el autocuidado como abordaje para la resolución de conflictos personales y profesionales imbricados.
En los Grupos de Autocuidado (ITGPGalicia, RENOSUR Psicodrama) realizamos un análisis del impacto recíproco entre la vida personal y la vida profesional del psicoterapeuta (y otras profesiones de ayuda), buscando vías para la exploración y el trabajo con los racimos de roles y escenas en los dos ámbitos. Buscamos el desarrollo de habilidades para el autoanálisis y el análisis e intervención sobre las dinámicas interactivas en los diferentes escenarios de la vida del profesional de ayuda: pareja, familia, grupo social y entorno laboral, analizando el solapamiento entre roles y escenas familiares, sociales y profesionales. Revisamos cuestiones teóricas y técnicas, trabajando vivencialmente con la dinámica grupal y el encadenamiento de escenas que evocan los participantes en la experiencia. Realizamos exploraciones de roles y escenas con instrumentos sociométricos, tests de la pareja y la familia, y cuestionarios de síndromes profesionales y de autocuidado. Utilizamos el método psicodramático y caldeamientos estructurados (ejercicios dirigidos) para trabajar, con un enfoque psicodramático narrativo, desde la integración ‘”Psicodrama y Teoría General de Sistemas”, las escenas que trae el grupo de la biografía personal y casos del ámbito profesional. Se trata de entrenar a profesionales de ayuda en la aplicación de instrumentos diagnósticos y terapéuticos para la intervención con parejas, familias y grupos en sus diferentes tipologías, ofreciéndoles simultáneamente una oportunidad para el autocuidado y la supervisión de dificultades del ámbito laboral, acaso enraizadas en la biografía personal y familiar.