Congreso AEP: Psicodrama Público en Gijón
Durante el Congreso de la AEP en Gijón el pasado mes de octubre tuvimos la ocasión de tener una experiencia de psicodrama público, dentro del programa del Congreso. Cada experiencia de psicodrama público se diferencia de las demás por múltiples factores que no cuentan en una sesión de psicodrama “normal”; enumeramos algunas: el lugar y la hora elegida para la convocatoria, el grado de información del evento y el nivel de implicación de la población general. Estos factores determinan en parte las características del encuentro.
El psicodrama público de Gijón se caracterizó por tener un público mayoritariamente de miembros del Congreso y un pequeño subgrupo de personas que acudieron de la ciudad. Esto hizo que los temas expuestos para ser trabajados psicodramáticamente estuvieran divididos entre contenidos que surgieron de la propia dinámica del Congreso y contenidos ajenos al mismo, es decir, contenidos de “fuera”. Los dos temas elegidos mayoritariamente fueron: “los refugiados y las refugiadas” y otro que se podría titular “¿Qué hacer cuando surge la violencia en un taller de psicodrama?”
El director del psicodrama tomó la decisión de representar ambos temas, después de observar y compartir con el público que ambos tenían de común la violencia vivida.
En la escena de las personas refugiadas, un numeroso grupo se situaban en la frontera entre España y Marruecos, intentando pasarla, a pesar de la vigilancia exhaustiva de numerosa “policía” que impedía la entrada. La acción espontánea llevó a que algunos refugiados se “colaran” entre agujeros o trozos de alambrada rotos, o ante las “distracciones” de policías, o en el revuelo formado ante la presión física de otros compañeros y compañeras. El asalto a la valla tuvo un éxito inesperado, que fue vivido con alegría por la gran mayoría, la protesta de mucha policía y la alegría contenida, no expresada, de parte de ésta.
La mayoría del grupo vivió este exitoso forcejeo como una catarsis, una liberación, un cambio de una situación paralizante a otra más libre y llena de nuevas posibilidades. La escena del Taller de psicodrama se representó una secuencia de un taller vivido el día anterior, en el que se experimentó una situación violenta: varias congresistas de las que formaban el grupo asistente al taller citado manifestaron a las terapeutas su malestar ante la actitud de imposición y ausencia de respeto que personalmente estaban sintiendo en el manejo de la sesión. Se describe concretamente cómo una de las congresistas verbalizó su malestar y se produjo un desencuentro entre esta queja (queja apoyada por otras compañeras) y las responsables del taller. En la representación de esta escena dentro del psicodrama público, el director propuso, en un momento determinado, un cambio de roles y una de las yo auxiliares representó el papel de “el poder”, manifestando con su juego espontáneo que el poder de decisión estaba presente tanto en las directoras del taller como en las congresistas que acudieron a él.
En la etapa del feedback, el grupo fue elaborando las similitudes de ambas escenas y cómo la violencia no es unilateral: “personas sometedoras” y “personas sometidas” la juegan de distinta manera, pero en ambos roles la agresividad y la capacidad de respuesta están presentes.
La sesión de psicodrama público manifestó una vez más cómo el psicodrama moreniano posee un método claro y flexible, que se adecúa a las características tanto de los grupos grandes y las temáticas sociales que están en ese momento presentes en la sociedad, como a los grupos pequeños y los aspectos intrapsíquicos e interpersonales de sus miembros.
La sesión se caracterizó también por dar cabida emocional al subgrupo de no congresistas, que se acercaban por primera vez a una sesión de psicodrama. Todo el equipo terapéutico tuvimos la impresión de que la profesionalidad general del grupo, la espontaneidad de las escenas y el trabajo de elaboración de lo ocurrido en las escenas permitieron al subgrupo “externo” sentir que formaban parte de la totalidad grupal. También las personas de este subgrupo pudieron aprender, desde la vivencia, qué es el psicodrama y sus múltiples aplicaciones en el campo de lo social y en el de lo psíquico.
RECUERDOS DE LA XXXI REUNIÓN NACIONAL DE LA AEP EN GIJÓN